El Polly Maggoo, que cuenta con un hermano gemelo en la capital, está idealmente situado, a pocos pasos del bosque de Boulogne, en el cruce de dos pequeñas calles neuillas y dispone, por su situación, de una gran terraza. Y, reconozcámoslo, éste es el mayor bazo del lugar, frecuentado por una clientela de acostumbrados y de trabajadores, numerosos del barrio. En cuanto al plato, tradicional, con varios platos del día y ensaladas, el conjunto es copioso. Pero copioso no significa que sea cualitativo: se habían apreciado nuestros últimos pasajes, esta vez se ha limitado: por tanto, se merece una advertencia, y en la duda se dice que ha sido un mal día. Por último, las mantas que se ofrecen en invierno, para que puedas tomarte un poco en el cálido, mientras permaneces en el exterior.