Cómo llegar y contactar
Un lugar insólito, un homenaje a la comprensión intercultural y a la fraternidad universal en Boulogne-Billancourt.
En el corazón de Boulogne-Billancourt, este jardín del Museo Albert Kahn le invita a tener los ojos bien abiertos. En 1895, propietario de su mansión privada en Boulogne-sur-Seine, Albert Kahn compró 4 hectáreas de terrenos vecinos para crear un jardín "de escena", que incluía un jardín japonés, un jardín inglés, un bosque dorado, un bosque de los Vosgos y un jardín francés. Un lugar insólito, un homenaje al conocimiento entre culturas y a la fraternidad universal
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Los puntos fuertes de este establecimiento:
Para más información
Información y horarios en JARDINES DEL MUSEO ALBERT-KAHN
Cerrado del 23 de diciembre al 1 de enero inclusive. Abierto de martes a domingo y festivos de 11.00 a 18.00 h. Cerrado los lunes. Adultos: 4 euros. No se aceptan tarjetas de crédito ni cheques. Silla de ruedas disponible en recepción previa petición (a cambio de un documento de identidad). Tienda de regalos.
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Opiniones de los miembros sobre JARDINES DEL MUSEO ALBERT-KAHN
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Par contre, il faut vraiment éviter d'y aller pendant les vacances scolaires et les week-ends car c'est très compliqué de circuler ou de prendre des photos sans que des gens soient dessus.
J'y suis allée déjà plusieurs fois Les années passées
La je l'ai trouvé dans certaines zones négligé non entretenu
Quel dommage !!!
En plus le plan fourni est fort peu pratique
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Et justement, derrière ce lieu se cache l’histoire fascinante d’Albert Kahn, un homme visionnaire, humaniste, passionné de nature et de diversité culturelle — ce qui donne au lieu une dimension encore plus touchante.
Cerise sur le gâteau : le petit café portugais du musée est une vraie bonne surprise ! Les gâteaux sont délicieux, l’ambiance chaleureuse, c’est la pause parfaite après la balade.
Bref, je recommande à 200%. Il faut y aller, y retourner, et en parler autour de soi. Une parenthèse enchantée que je conseille à tout le monde.