LOS CRESSONIERS DE VILLA PAUL
Pequeña planta con mil virtudes, el berro es reconocido por sus cualidades desde la Antigüedad: ¡Hipócrates o Pline ya lo recomendaban! Si se recogía en el tiempo a lo largo de las fuentes y los arroyos, se aprendió el siglo XIX a cultivarlo… siempre a los pies en el agua. Desde 1897, fecha de su creación por Paul Barberot, el cultivo de la Villa Paul ha sido testigo de cinco generaciones. El berro de Meréville ha adquirido una fama mundial. La familia Barberot acoge a los grupos, las escuelas y los diferentes organismos de ocio para una visita comentada del dominio. Los particulares también son bienvenidos. Además de visitar los estómagos, puedes degustar y comprar berro, evidentemente, así como Cressonnien, un aperitivo rojo o blanco a base de berro, o el velouté de berro y la muselina. También hay que descubrir in situ: la Maison du berson. Se trata de un pequeño museo que le dice todo sobre la estrella local, su historia, su cultura, las herramientas empleadas… se recomienda a los particulares que eviten su llegada, especialmente los sábados para no venir a visitar un grupo.