LA BATERÍA MILITAR DOLLEMARD
Es un lugar poco frecuente, excepto en verano cuando la Oficina de Turismo organiza sus salidas estivales. Es también la Asociación Memorial y Patrimonio que ha realizado desde hace varios años un trabajo considerable en este lugar construido hacia 1892. Cuando las fortificaciones de transbordadores, así como el puerto militar con un arsenal, fueron destruidas para ampliar la ciudad, se construyeron cinturones de fuerza para proteger la ciudad. Instalada en el acantilado, frente al mar, esta batería costera militar permitía una vigilancia sin descanso.
Difícilmente era posible: como cualquier batería de este tipo, la mayor parte es subterránea mientras que la parte «emergente» es relativamente baja. Las galerías permiten acceder a diferentes salas de almacenamiento de municiones. Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes, que han considerado este lugar como una ganancia, han fortificado el recinto antes de que los soldados estadounidenses se instalaran a su vez. Dejando poco a poco al abandono y a los asadores de todo pelo, la batería ha sido rehabilitada y siempre se han llevado a cabo obras. Hoy es un testigo histórico ineludible.