Estamos aquí en casa de los Casanova (padre, madre e hijo), que han sabido sacar provecho de una pequeña tumba al pie de la mansión histórica del famoso general Gaffory. Se descubre esta casita, ya sea por el monte Scoliccia o por la calle del Coronel-Ferracci, para caer sobre una agradable terraza en la calma que se prolonga por dos salas climatizadas. En cuanto a la cocina, dirigida por Marilyne, la mamá, encontramos los ingresos de identidad caseros, propuestos a la carta o al menú, atractivos. El padre, Stéphane, con una bonita voz de barítono, se encarga de los huéspedes y el hijo, Barthre, retiene su horno de pizzas en el buen humor. La recepción es perfecta, un entorno agradable y pequeños postres y digestivos para comer con razón, para bajar las escaleras de forma segura.
Restaurant chaleureux où le prix est raisonnable et les pizzas incroyables
Je recommande et hâte d’y retourner
Le service est parfait, on s'est régalé.
Nous avons aimé l'ambiance familiale de ce restaurant. Je recommande.