Estamos aquí en casa de los Casanova (padre, madre e hijo), que han sabido sacar provecho de una pequeña tumba al pie de la mansión histórica del famoso general Gaffory. Se descubre esta casita, ya sea por el monte Scoliccia o por la calle del Coronel-Ferracci, para caer sobre una agradable terraza en la calma que se prolonga por dos salas climatizadas. En cuanto a la cocina, dirigida por Marilyne, la mamá, encontramos los ingresos de identidad caseros, propuestos a la carta o al menú, atractivos. El padre, Stéphane, con una bonita voz de barítono, se encarga de los huéspedes y el hijo, Barthre, retiene su horno de pizzas en el buen humor. La recepción es perfecta, un entorno agradable y pequeños postres y digestivos para comer con razón, para bajar las escaleras de forma segura.
Tout est excellent ! L'accueil et le service chaleureux. Les pizzas, clairement dans mon top 3!
Plats et produits typiques de corse. ????????????