Está lejos del tiempo en que se instalaba una barritería en este terreno. En adelante, el Mercure ilumina, con una fachada armoniosa, sus noches: cerca del centro, detrás del complejo del cine, con sus pocos restaurantes, es un hotel de gama alta. El sello de Troyes es innegable: el edificio macizo y refinado, con un patio interior florido, pequeños balcones en las habitaciones, impone. Los servicios están a la altura: posible relajación a través del Cotton Bar (abierto de a medianoche), mantenimiento físico gracias a una sala de fitness gratuita a tu disposición, televisión a la carta… Es cierto que el hotel no dispone de restaurante, pero el servicio de habitaciones está disponible hasta las h. Las habitaciones son muy espaciosas, con tonos púrpura y malva: cuarto de baño elegante, camas que dan ganas, servicio perfecto. Las habitaciones del Privilege incluyen cafetera Nespresso y dock. Un lugar sin sorpresa, pero ideal para un relajante descanso turístico. Sin embargo, un inconveniente si no tienes coche: la estación está a un cuarto de hora a pie.
En plein centre ville
Prix vraiment abordable pour ce type de suite.
2 fois moins cher que le Mc Gallery qui propose chambre très belle mais 25m2 comparée à celle ci a 160 euro la nuit avec 55m2 et tout le confort nécessaire