Un castillo con un jardín paisajístico que fue residencia de los reyes de Francia y el último hogar de Leonardo da Vinci.
Situado a pocos metros del Castillo Real de Amboise, el Château du Clos Lucé - Parc Leonardo da Vinci es una residencia de recreo de los Reyes de Francia. También es el último hogar del pintor e inventor Leonardo da Vinci. Al hacerse mayor, en una época en la que en Italia empezaban a preferirle a Rafael y Botticelli, Leonardo da Vinci aceptó la invitación de Francisco I de venir a Francia en 1516. El joven rey, gran amante del arte y la cultura, se había enamorado del genio italiano. Sabía que éste sería su último viaje y que nunca volvería a ver su Toscana natal. En este viaje se llevó tres cuadros: La Gioconda, San Juan Bautista y Santa Ana.
Francisco I le nombra "Primer Pintor, Ingeniero y Arquitecto" del Rey y le instala junto a su castillo de Amboise: en Le Clos Lucé. Fue aquí donde Leonardo da Vinci dio rienda suelta a su imaginación, trabajando en un proyecto tras otro, pasando de una disciplina a otra: de los códices a las maquetas, de la observación de la naturaleza a los espectáculos de efectos especiales creados para impresionar a la corte.
Leonardo da Vinci, gran arquitecto, trazó también los planos de un grandioso palacio en Romorantin, para convertirla en la nueva capital del reino. También trazó los planos de modernísimas obras fluviales para llevar agua a la ciudad. El genio italiano también diseñó una escalera de doble revolución. Se dice que inspiró al arquitecto del castillo de Chambord. Pero el proyecto nunca vio la luz, y el artista murió en 1519.
En sólo tres años, Leonardo da Vinci había impregnado el lugar de su desbordante imaginación creadora. Esto es lo que la familia Saint Bris, propietaria de Le Clos Lucé desde 1855, ofrece hoy a los visitantes. En la intimidad de su casa, descubra sus espacios de trabajo, sus cuadernos, sus dibujos, sus maquetas... El jardín paisajista y el parque arbolado también guardan muchas sorpresas, como un museo al aire libre que expone las máquinas utilizadas en sus inventos. Desde 2022, sus descubrimientos continuarán en las "nuevas galerías Leonardo da Vinci pintor y arquitecto". Un espectáculo audiovisual inmersivo que utiliza el video mapping le llevará de viaje a través de sus obras maestras y sus dibujos preparatorios. Arriba, una exposición didáctica le sumerge en su obra arquitectónica. También podrá pilotar una máquina voladora sobre el palacio real de Romorantin, modelado en 3D en un videojuego
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Los puntos fuertes de este establecimiento:
Reserve las mejores actividades con Get Your Guide
Opiniones de los miembros sobre CHATEAU DU CLOS-LUCE
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Léger manque d'informations pour se guider.
Le Clos Lucé est un attrape touriste pur jus. Le tarif d'entrée (19e, 17,50e tarif réduit) est tout d'abord excessivement élevé au regard du contenu de la visite. Si le parc et les bâtiments demeurent dans un état satisfaisant, l'intérêt culturel des reconstitutions de machines reste très relatif. L'essentiel des audioguides dispersés dans le parc sont hors d'état de fonctionnement, les possibilités de manipulation des inventions sont anecdotiques et particulièrement peu didactiques, les reproductions de dessins ou de maquettes relèvent plus du décor que d'un réel support d'apprentissage. On apprend donc très, très peu de choses à moins d'être agé de moins de six ans.
Le caractère fantaisiste des scénographies réalisées ex-nihilo dans le manoir saute aux yeux à moins d'être vraiment bon public, et pour cause: réalisées au mépris de toute donnée historique, elles n'ont pour seul objet que d'appuyer lourdement le storytelling imaginé par les propriétaires des lieux pour en faire un parc à thème autour de Léonard de Vinci - mention spéciale pour l'atelier, à la limite du grotesque -. Ces aménagements ont d'ailleurs fait l'objet d'une condamnation en 2020 pour destruction irréversible de matériel classé monument historique.
Le taux de fréquention admis rend par ailleurs la visite très inconfortable, le jardin ainsi que les intérieurs étaient invariablement bondés, le personnel d'accueil, sous pression, particulièrement désagréable.
Le Clos Lucé représente en l'état ce que l'on peut faire de pire en matière d'exploitation commerciale d'un site historique. C'est fort regrettable car les lieux possèdent un charme certain ; l'idée d'y construire un parcours de vulgarisation autour du génie italien n'était pas nécessairement mauvaise, mais la réalisation manque cruellement de rigueur et d'ambition.
Le château peut être vite encombré mais indispensable si on aime les inventions de Leonardo ;)