Un acontecimiento feliz
La llegada de un recién nacido va acompañada de diversas tradiciones. Para anunciar el nacimiento al vecindario, se cuelga en la puerta de la casa el fascio nascita, una escarapela azul si es niño, rosa si es niña. Aunque hoy son los padres quienes eligen el nombre del niño, en el pasado esta decisión la tomaban el padrino y la madrina. El primer hijo de la familia recibía el nombre del abuelo paterno, una práctica que aún es habitual en Italia. Las familias católicas continúan bautizando a los infantes, incluso aquellas que se declaran no practicantes.
La familia, núcleo de la sociedad italiana
En Italia, los lazos familiares siguen siendo muy fuertes, y el eje de esta unidad social es la mamma, la madre italiana. El término mammismo se utiliza para describir su cercanía a los hijos. Los italianos no pueden cortar el cordón umbilical. Así que vemos a niños grandes (llamados mammoni) quedarse con su mamá hasta los treinta años o más, o casarse sin alejarse demasiado de la casa familiar.
El matrimonio, un acontecimiento importante en la vida de la comunidad
En el Sur, las bodas son una ceremonia alegre, colorida e incluso rutilante, acompañada de música y comidas interminables. Se acompaña de muchas tradiciones que pueden ser específicas de la región, comunes a Italia o asociadas al mundo mediterráneo. Algunas de ellas han caído en desuso, como la exhibición de la sábana nupcial al día siguiente de la noche de bodas para demostrar la virginidad de la novia… Otras, en cambio, siguen muy vivas en el sur: es el caso de la confección del ajuar de las jóvenes, que deriva de la práctica de pagar la dote que debía permitir a la futura novia encontrar un buen partido. Las madres y las abuelas van confeccionando poco a poco el ajuar de las hijas, compuesto por ropa de casa y vajilla, para preparar el gran día.
En Apulia, la mañana de la boda, todos los invitados acuden a la casa de los padres de la novia y, mientras ella se prepara, disfrutan de un rico bufé. Entonces aparece la novia, acompañada de su padre, y corta una cinta blanca, un gesto que simboliza su salida del redil familiar.
En Calabria, la pedida de matrimonio sigue siendo una práctica habitual. Se organiza una fiesta en casa de la futura esposa, durante la cual se produce el scambio dell'oro (intercambio de oro): el novio recibe de sus suegros una joya de oro (reloj, cadena, alfiler de corbata) que lucirá el día de la boda, y la novia recibe a cambio el juego completo.
En Basilicata, el baile es una parte importante de la ceremonia y todos los asistentes están invitados a participar en él del brazo de una pareja; en Matera, durante el ballo dello specchio (baile del espejo), las mujeres, con un espejo en la mano, pueden aceptar al caballero que se presenta o rechazarlo limpiando el espejo con un pañuelo. En Basilicata, si el viento se levanta en el momento del cortejo nupcial, es señal de que habrá pelea entre suegra y nuera.
Sistema educativo
La escuela pública es gratuita y obligatoria hasta los 16 años y las etapas escolares son las siguientes:
La scuola dell'infanzia es la escuela infantil, que acoge a niños de 3 a 6 años.
La scuola primaria, que dura 5 años, corresponde a nuestra escuela primaria y es para niños de 6 a 10 años. Tienen unas 30 horas de clase a la semana, repartidas en 6 días.
La scuola media es el primer ciclo de la enseñanza secundaria, equivalente a la secundaria española. Es para los jóvenes de 11 a 14 años y tiene una duración de 3 años, al final de los cuales el alumno debe aprobar un examen, la licenza media.
El liceo corresponde a la enseñanza secundaria general de segundo ciclo y dura 5 años. Los estudiantes pueden elegir entre estudios clásicos, científicos, lingüísticos o artísticos. El examen final, la maturità, es parecido a la Selectividad española. Además de la rama general, el sistema educativo también ofrece educación técnica y profesional. Por último, cabe señalar que en la escuela media, al igual que en la secundaria, las clases se imparten por la mañana de lunes a sábado hasta aproximadamente la una de la tarde. A no ser que el niño esté inscrito en una actividad extraescolar, no hay clase por la tarde: esto responderá a la pregunta que a menudo se hace cuando se viaja por Italia: «¿Pero por qué estos jóvenes no están en la escuela?»
En cuanto al sistema universitario, se divide en dos ciclos, con un total de cinco años. Después de los tres primeros, se entrega una laurea triennale (la antigua diplomatura española), luego es necesario hacer otros dos años para obtener una laurea magistrale (antigua licenciatura española y graduado actual). Hay varias universidades en las tres regiones. La Universidad de Bari, fundada en 1925, es la más antigua y la más importante en cuanto a número de estudiantes (más de 60000). En Apulia, las otras universidades son la Politécnica de Bari, la Universidad de Salento, cuya sede principal está en Lecce, y la Universidad de Foggia. Calabria cuenta con tres universidades, en Reggio di Calabria, Catanzaro y Rende, cerca de Cosenza. Por último, la Università degli Studi della Basilicata, fundada en 1982, está dividida entre la sede principal de Potenza y la de Matera.
Diversión y fútbol de mesa
En Italia, al igual que en España, la comida es un momento de reunión y convivencia. La cantidad de platos (antipasti, primo, secondo, dolce, digestivo, caffè) quizá solo tenga por objeto mantener a los comensales en la mesa el mayor tiempo posible. De este modo, la comida puede eternizarse, reuniendo a los familias y a los amigos para compartir un momento juntos.
A pesar de esta aparente abundancia de comida, los italianos no son especialmente glotones y la cocina, aunque generosa, no suele ser pantagruélica. El italiano tampoco es un gran bebedor y consume alcohol con una moderación natural. Esto no es nuevo, si creemos en los manuscritos de la Baja Edad Media en los que los autores de la península criticaban sin reservas la glotonería y la propensión al alcohol de sus vecinos germanos.
La comida y la bebida aparecen a veces más bien como un pretexto para reunirse o quedar. A última hora de la tarde, la tradición del aperitivo es un buen ejemplo: los italianos se reúnen para tomar unos aperitivos y charlar alegremente sentados en la terraza o reunidos en torno a una mesa de pie, mientras observan distraídamente el flujo de transeúntes.
El bar es un lugar para reunirse a cualquier hora del día: por la mañana, muchos italianos hacen cola junto al mostrador para engullir un espresso antes de ir a trabajar, intercambiando algunas palabras con el camarero o con otros clientes. También hay un deporte que reúne a todas las edades y a todos los estratos de la sociedad: el fútbol (calcio), ¡la verdadera religión nacional! Durante un partido, desaparecen las distinciones sociales y los tifosi (hinchas) se unen con fervor para animar a su equipo, silbar al adversario que ha cometido una falta y comentar las jugadas. El fútbol también es un asunto familiar, y es habitual ver a padres con sus hijos en las gradas, junto a seguidores jubilados y grupos de adolescentes. El ambiente en los estadios italianos es, por lo general, cordial y el gamberrismo poco frecuente; asistir a un partido en Italia es una gran oportunidad para vivir el espíritu de una comunidad en torno a su deporte nacional.