Dónde comprar pan pasteles chocolates y helados Emiratos Árabes Unidos

Forever Rose empezó siendo una tienda de rosas tratadas que duran para siempre. Ahora es un café de moda, abierto en noviembre de 2020, que nunca ha estado vacío. Todo empieza con la decoración monocroma en blanco y negro, seguida de trampantojos y la sensación de estar en medio de una ilustración de cómic. La clientela es principalmente local, con algunos influencers y sus seguidores. Café con leche de lavanda u orquídea, chocolate fundido y ganache de caramelo para el "Lava of Love"... ¡Qué ambiente!

Este pequeño café está situado en la planta baja del Ritz-Carlton, frente a la gran mezquita. Hay que cruzar el imponente vestíbulo del establecimiento y bajar las escaleras para encontrar la pequeña cafetería no lejos de la piscina. Como su nombre indica, es un paraíso dulce en un entorno ácido. El pastelero francés ofrece helados, pasteles y dulces caseros que harían palidecer a los mejores establecimientos y enamoran a todos los grandes gourmets. Es una buena manera de terminar un día de turismo después de una visita a la Gran Mezquita Sheikh Zayed.

A pocos pasos del Qasr al Hosn, esta es una dirección muy agradable para tomar un descanso entre dos visitas. Un chocolatero 100% emiratí. Sus variedades se inspiran directamente en la historia de los emiratos, la ruta de las especias y los marineros que se orientaban por el cielo. Mirzam, cuyo nombre hace referencia a una estrella, ofrece nuevos sabores: azafrán, anís estrellado, rosa de Damasco, hinojo y muchos otros. Y luego está el envase, tan acertado, tan bonito, tan inspirador que ya es una tentación

En el World Trade Center, diseñado por los famosos arquitectos Foster&Partners, en el lado del zoco, encontrará este pequeño "bistro" entre dos compras. En un entorno engañosamente victoriano, se trata de la sucursal local de la empresa con sede en Dubai. Estilo Ladurée sin estilo, pero los productos son buenos y tienen un precio razonable. Un buen lugar para comer platos sencillos. No se pierda los crêpes dulces y salados, las aves, el oeuf Bénédicte, los macarons y, sobre todo, el escarchado de naranja y limón.

Esta cadena internacional, fundada en 1983 por un escritor de libros de cocina, Helge Rubinstein, se ha convertido en un éxito mundial. Atrás quedan los días de su primer puesto en un mercado cubierto de Oxford donde vendió sus primeras galletas. El nombre también se inspiró en su hijo Ben, que fue dibujado por el amigo de Helge, el famoso ilustrador Quentin Blake. ¿El secreto? Todo se hace en el momento. Es imposible elegir su gusto entre las 18 galletas diferentes, con o sin chocolate. ¡Hay que tomar 2 o 3 y comerlos calientes!