Cementerios y monumentos conmemorativos para visitar Noruega

Al final del aparcamiento del museo hay un monumento a los numerosos prisioneros yugoslavos, rusos y polacos que murieron aquí entre 1942 y 1945. El norte de Noruega era un punto estratégico para los alemanes. Los numerosos puertos libres de hielo en invierno les permitían ocultar sus submarinos y otros buques de guerra. Los nazis construyeron el ferrocarril a Bodø con un gran coste humano.

En estas duras tierras, sobre todo en invierno, apenas se necesitaban hornos de gas para exterminar a los prisioneros. En Saltdal había unos quince campos con unos 30.000 prisioneros. El monumento a la guerra en el Círculo Polar Ártico es muy conmovedor, sobre todo cuando se ven las vías del tren al otro lado de la E6. Contemplando este paisaje desolador, uno sólo puede imaginar las condiciones inhumanas en las que trabajaban los prisioneros. El viento helado que baja de la montaña negra de enfrente, pasando por las dos grandes rocas del sacrificio lapón en la parte inferior, es escalofriante, literal y figuradamente.

Un impresionante número de estos monumentos de guerra y "caminos de sangre" marcan la zona. Los nazis practicaron tácticas de tierra quemada al final de la guerra, y casi todas las casas del norte de Noruega fueron borradas del mapa. El monumento está al aire libre y es de visita gratuita en cualquier época del año. Una parada conmemorativa recomendada.

A 2 km de Haugesund, el obelisco de Haraldshaugen se levanta sobre el túmulo del rey vikingo Harald Hårfagre (Harald el de la hermosa cabellera) que unió Noruega en 872. Erigido en 1860 con motivo del milenio de la reunificación, este obelisco de granito de 17 m de altura, colocado sobre un montículo de 5 m, está rodeado por 29 obeliscos más pequeños, cada uno de los cuales representa una de las provincias sometidas: La Saga de los Reyes de Noruega, escrita por el scalde islandés Snorre Sturlasson (1179-1241) cuenta todas las grandes hazañas de los grandes vikingos Véase Les Sagas Icelandaises, publicado por Payot.

En 1940, debido a su estratégica base aérea, Bardufoss fue escenario de una gran batalla entre las fuerzas noruegas y alemanas. Los noruegos lanzaron la Operación Narvik en un intento de recuperar el control de la región. El Parque Memorial de Narvik 1940 se creó para honrar a los soldados noruegos que participaron en este conflicto. Se encuentra cerca de la pista de aterrizaje del antiguo aeropuerto de Bardufoss, junto al río Andselva.

Se extiende a lo largo de la orilla del agua como un largo barco de lona tensada y acero. El memorial de Vardø se inauguró en 2011 en memoria de las víctimas de la caza de brujas. Se entra en un pasillo largo y oscuro. En las paredes están inscritos los nombres y las historias de cada una de las víctimas, iluminadas por una pequeña llama. Justo al lado, la segunda parte de la obra de Louise Bourgeois, Flammehuset, «arde» en silencio: una silla en llamas que simboliza la caza de brujas está colocada en una sala redonda diseñada por Peter Zumthor. Una visita apasionante. No se la pierda.