El Brexit

El Brexit ha dejado de ser el principal problema de Inglaterra. Durante más de tres largos años, la tensión entre el público y los políticos en torno al Brexit estuvo en su punto álgido. El Brexit es un hecho desde 2020, el país se ha adaptado desde entonces y ya no es la cuestión central en la mente de la gente. Pero la cuestión no sigue siendo menos compleja, y son más bien todas sus consecuencias, en particular las económicas, las que el país debe afrontar ahora. El Brexit ha tenido una serie de repercusiones para las empresas británicas, como cambios en la normativa y en las reglas económicas entre el Reino Unido y Europa. Por ejemplo, muchas empresas del sector agroalimentario han tenido que cambiar sus procesos y ya no aplican la marca europea "CE" (producido en Europa), sino "UKCA" (producido en el Reino Unido). El país sigue buscando oportunidades reales de adaptación tras su salida de la Unión Europea, evitando al mismo tiempo las grandes divergencias en torno a la normativa europea.
A pesar de ello, el Brexit ha contribuido a remodelar el panorama político del país al poner de manifiesto las divisiones políticas y sociales entre los partidos, sobre todo durante la pandemia, en torno a la inflación, el coste de la vida, la sanidad, etc El ex primer ministro David Cameron forzó un referéndum para el Brexit en 2016 (que acabó con la salida definitiva del Reino Unido de la Unión Europea, a pesar de la campaña anti-Brexit), mientras que sus sucesores Theresa May y Boris Johnson consideraron el Brexit como un "rechazo a la pertenencia a la Unión Europea", así como una revuelta contra la situación política y económica actual. El actual Primer Ministro, Rishi Sunak, ve en el Brexit una gran oportunidad.

Economía, inflación y coste de la vida

En enero de 2024, el 53% de los británicos cree que la economía es uno de los tres principales problemas a los que se enfrenta el país. En 2023, los tipos de interés bancarios se situaban en su nivel más alto desde 2008 y han seguido subiendo mientras persiste la inflación. A ello no ha contribuido la guerra en Ucrania; Gran Bretaña está viendo cómo suben los precios de sus bienes de consumo como consecuencia de abastecerse de ciertos productos procedentes de Ucrania, lo que repercute directamente en la inflación. El coste de la vida ha aumentado drásticamente, y el país se ve obligado a hacer frente no sólo al aumento de los costes de los préstamos, sino también a la supervivencia de las empresas, en particular en el sector inmobiliario, que se desmoronan bajo el peso de deudas que los prestatarios no pueden devolver. El país se enfrenta a una elevada tasa de desempleo, debida en parte a un alto porcentaje de enfermedades de larga duración y a las dificultades económicas a las que se enfrentan las empresas, todo ello a raíz de la pandemia del COVID-19. Existe una verdadera escasez de trabajadores en Gran Bretaña, con más de un millón de vacantes. Los europeos han abandonado los empleos, a menudo precarios y estacionales, de la hostelería y la agricultura, y son los británicos quienes los han sustituido.

Inmigración

En abril de 2023, más de la mitad de la población británica cree que debería reducirse la tasa de inmigración. Se trata, obviamente, de un tema que divide. Las estadísticas muestran que el problema es más bien el "tipo" de inmigración, es decir, el país de origen, lo que implica la religión, la lengua, la cultura y la educación dominantes. A pesar del Brexit, que prometía reanudar el control de la inmigración tras el divorcio de la UE, la tasa de inmigración alcanzó su nivel más alto en 2022, con un récord histórico de 606.000 inmigrantes. Entre ellos, muchos refugiados ucranianos que huyen de la agresión rusa y refugiados de Hong Kong que huyen del dominio chino. La oposición habla de pérdida de control. En concreto, de las pequeñas embarcaciones neumáticas que cruzan el Canal de la Mancha y llegan en masa a territorio británico: 40.000 en 2022.
El Gobierno lleva tomando decisiones desde 2021, poniendo fin a la libre circulación entre Reino Unido y Europa e introduciendo requisitos de visado (estudiante, trabajo...) para regular el número de llegadas a territorio británico. Tras esta medida, en 2022 se produjo un descenso en el número de europeos llegados para trabajar, pero un claro aumento de las solicitudes de visados de trabajo y de visados de estudiante por parte de la población china e india, lo que demuestra el atractivo real de las universidades británicas.

Salud

Un país sano depende obviamente de otros factores, como la renta de los hogares, las tasas de desempleo, las condiciones de la vivienda, etc. El Servicio Nacional de Salud (SNS) celebra su 75 aniversario en 2023, y desde entonces el gobierno ha tenido que aumentar su inversión en el SNS para que la población tenga un acceso más igualitario a la asistencia. El país lleva años sufriendo escasez de personal asistencial, y el gobierno se ha negado a aumentar los salarios, lo que ha provocado huelgas. Muchas personas padecen enfermedades graves pero no pueden permitirse el tratamiento debido al coste de la asistencia. Las listas de espera para tratamientos hospitalarios rutinarios son cada vez más largas. En general, el Reino Unido tiene un sistema sanitario deficiente en comparación con sus vecinos, con un acceso a la atención complejo y caro, pero el gobierno está tomando medidas para restablecer el equilibrio..

Medio ambiente

El medio ambiente es un tema clave para Gran Bretaña. El Gobierno lucha contra la contaminación atmosférica, que es una de las mayores amenazas medioambientales del mundo. También lucha contra la contaminación acústica y, más ampliamente, contra los numerosos factores que provocan problemas de salud física y mental: contaminación, cambio climático, inundaciones, etc. El país ha puesto en marcha una serie de estrategias para combatir los problemas medioambientales: la Estrategia de Recursos y Residuos en favor de una economía circular, el Plan Medioambiental a 25 Años que aporta estrategias para preservar la biodiversidad, la Estrategia de Aire Limpio que lucha contra las emisiones deCO2 y la contaminación atmosférica con nuevas normativas tanto para las empresas como para los ciudadanos... Como todos los países, estas medidas tardan en ponerse en marcha para ver progresos reales.

El problema de la vivienda

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta el Reino Unido es la vivienda. El Gobierno se enfrenta a una parte de la población mal alojada o que no puede permitirse una vivienda porque sus ingresos son demasiado bajos. El número de viviendas sociales en Inglaterra está disminuyendo y se construyen muy pocas viviendas nuevas. La vivienda en Inglaterra, sobre todo en las ciudades, es cara. Los precios de la vivienda suben cada año, siendo el precio medio en 2022 para comprar una casa en Londres de 552.755 libras y en el sur de Inglaterra de 406.981 libras. El alquiler medio en Londres es de 1.450 libras al mes.

Seguridad

Uno de los problemas a los que se enfrenta el gobierno es la seguridad. El Reino Unido sigue siendo un país seguro, pero a los ciudadanos les preocupa el aumento de la inseguridad, sobre todo en las ciudades. En Inglaterra, la tasa de criminalidad ha aumentado más de un 7% desde 2021. Richmond-upon-Thames, Harrow y Bexley se encuentran entre las zonas más seguras de Londres. En cuanto al sureste de Inglaterra, las estadísticas muestran que las ciudades más seguras son Woking, Fareham, Royal Turnbridge Wells, Rochester, Eastbourne y Hastings. En el Suroeste, Exeter, Poole, Plymouth, Bath y Bournemouth encabezan la lista.