Los parques naturales que combinan la protección del medio ambiente y la economía
El Gran Ducado cuenta con 3 parques naturales. Estas áreas, entre las que se encuentran las zonas Natura 2000, pretenden conciliar la conservación de los paisajes y entornos naturales con la actividad económica. Representan aproximadamente el 33% del territorio en superficie y el 10% de la población.
Natural: situado en el extremo nororiental del país, en la frontera con Bélgica y Alemania, forma parte de las Ardenas luxemburguesas (Eislék). Está formada por una variedad de paisajes rurales, que mezclan tierras agrícolas y bosques, dentro de valles y mesetas.Parque Natural de la Haute-Sûre
: situado en el noroeste del país, también en las Ardenas luxemburguesas, protege valles estrechos y colinas. También alberga un lago embalsado, que es una de las principales fuentes de agua potable del país, así como una zona de recreo para actividades en la naturaleza.Parque Natural y Geoparque de Mëllerdall
: situado al este del país, este parque natural protege notables paisajes modelados por la geología, entre ellos la majestuosa arenisca de Luxemburgo. El agua está muy presente en el territorio (Mëllerdall significa valle de los molineros). Numerosas actividades y rutas de senderismo permiten disfrutar del rico patrimonio natural y cultural del parque. Se está preparando un cuarto parque natural. Se trata del Parque de las Tres Fronteras ("Dräilännereck"), que limita con Francia (Lorena) y Alemania (Sarre, Renania-Palatinado).Una de las mayores huellas ecológicas del mundo
Según la ONG Global Footprint Network, Luxemburgo es uno de los países con mayor huella ecológica, es decir, su consumo supera ampliamente la capacidad del planeta. Las principales partidas de consumo del país son el transporte (que conlleva el consumo de combustibles fósiles, que emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero). Se han tomado medidas para desarrollar formas de transporte alternativas.
Hacia una movilidad de bajo carbono
Desdeel 1 de marzo de 2020, todo el transporte público nacional -autobús, tranvía y tren- es gratuito en el país y para todos los viajeros, una primicia mundial. Aunque esta medida pretende ser "social", para aliviar a los hogares más modestos, también pretende fomentar el cambio modal del coche al transporte público. El papel del coche sigue siendo muy importante en el Gran Ducado, que también tiene que ponerse al día en cuanto a infraestructuras ferroviarias, aparcamientos, etc. El transporte gratuito va acompañado de un plan de financiación destinado a mejorar las instalaciones. Marca el final del modelo implantado en la segunda mitad del siglo XX, que vio el desarrollo de una densa red de autopistas, y su corolario, la regresión de la red ferroviaria secundaria. También se están realizando esfuerzos para fomentar la movilidad activa, incluida la bicicleta.
Conciliar las finanzas y la ecología
En 2017, la ONG Oxfam clasificó a Luxemburgo (cuyo sector bancario representaba casi el 30% del PIB) como uno de los "paraísos fiscales más agresivos utilizados por las empresas". Un estudio realizado por el Centro de Resistencia de Estocolmo y publicado en 2018 en la revista Nature destacó el impacto ambiental de los flujos financieros a través de los paraísos fiscales (deforestación y sobrepesca). Desde esta perspectiva, parece pertinente cuestionar y dar cuenta de los impactos ambientales relacionados con las finanzas.
