Atracciones turísticas y monumentos Corea Del Sur

En las proximidades de Suncheon, varias aldeas agrícolas ofrecen oportunidades de iniciación a las tradiciones rurales.

La aldea de la montaña de Cheongso-ri ofrece actividades como tiro con arco, degustación de papas y clases de cocina.

Gyewol-ri, donde se cultivan ciruelas y hierbas con actividades centradas en las plantas.

Gosan, donde la fruta seca es la especialidad.

Yongoreum, conocido en particular por su miel.

Haechang, donde el arroz se cultiva según métodos tradicionales.

Sobre los templos de Sambulsa y Mangwolsa hay tres estatuas, de pie, que fueron descubiertas por casualidad en la montaña en 1923 y más tarde transportadas a este lugar. Son un Buda flanqueado por dos bodhisattvas, y su estilo recuerda más a las estatuas encontradas bajo Goguryeo. Estas tres estatuas, que deben datar del siglo IV o ^V y cuyo origen es desconocido, están entre las más antiguas del país. Aunque lo que es misterioso siempre nos intriga, no es una obligación en la ciudad.

El primer museo de este tipo en Corea. Está idealmente situado en una ciudad que da toda su nobleza al hanji, el papel tradicional coreano. A través de una colección de más de 3.000 objetos, se puede aprender sobre todas las etapas de la fabricación de este papel. Por supuesto que puedes asistir a su elaboración, pero también (y especialmente) participar si te apetece! No dejamos de dar un salto también en la tienda del museo que obviamente ofrece artículos relacionados con el hanji (abanicos, papel de carta...). Ideal para un recuerdo.

Durante la Dinastía Goryo, este templo se llamaba Jinjongsa y se usaba como un santuario en honor a los antepasados. Construido por el monje budista evangelista Ado, se encuentra dentro de la fortaleza de Samnangseong. Aquí se pueden ver importantes obras arquitectónicas como la Sala Daeungbojeon con sus delicadas esculturas. En sus paredes se pueden leer los nombres de los soldados que lucharon contra las tropas navales francesas. También se descubrirán otros tesoros históricos, como la campana de Beonjong.

Este templo, que fue construido durante el reinado del rey Munmu, fue terminado en 682 bajo el reinado de su hijo Sinmun, quien se lo dedicó. Era un templo muy grande del que sólo se conservan los cimientos, así como 2 grandes estupas de piedra de 13 m de altura. Aunque están dañados, siguen siendo impresionantes. También vemos una cuenca que una vez estuvo conectada al mar por un canal para permitir que el rey Munmu, que se convirtió en dragón de mar, viniera al templo a su antojo.

Este complejo cultural, ubicado en una antigua fábrica de cables cerrada en 2008 y renovada de forma creativa, hará las delicias de los amantes del arte, la gastronomía y la arquitectura. Con su arboleda de bambú, librería, galerías (incluida una sucursal de la famosa galería Kukje), tiendas, microcervecería, bares, cafés y restaurantes, es un lugar estupendo para pasar unas horas. La zona ofrece una amplia gama de programas y actividades para todas las edades, así que hay algo para todos. También acoge actos relacionados con la Bienal de Arte de Busan.

Este grupo de edificios tradicionales es un altar en memoria de Song Si-yeol (1607-1689), erudito y estadista de Joseon. Fue el tutor del rey Hyojong y dirigió la escuela neoconfucionista Giho y se adhirió a la vieja doctrina (Noron). Una pequeña anécdota sobre Song Si-yeol: la tradición oral dice que en sus primeros años, se dice que poseía "poderes mágicos" como el poder leer de noche sin lámpara o ver fantasmas. Dejaremos que seas tú quien juzgue esa información. Su notoriedad aumentó a medida que crecía. Este especialista en rituales era un conservador particularmente virtuoso, lo que le costó la vida. Reprochó al rey Sukjong, que había elevado a uno de sus hijos adúlteros al rango de príncipe, y fue exiliado a Jejudo. Llamado a Seúl para ser juzgado, se le ordenó que se envenenara en el camino (un bol de veneno no era suficiente para matarlo, tuvo que ingerir tres). Más tarde fue rehabilitado y el rey Jeongjo le levantó el altar en 1785 (él mismo escribió la placa que adorna el edificio principal). Además del propio altar (sadang), hay un pabellón frente al río, no lejos de la estela conmemorativa de Daerosa, que data de 1787.

A la salida de la ciudad, antes del puente, Yeongweollu domina el río. Este pabellón es, de hecho, la antigua puerta del ayuntamiento del distrito, que se trasladó aquí cuando se construyó el nuevo edificio en 1921. Un buen lugar para tomar fotos del templo del otro lado.

El Seorak de interior es ciertamente menos visitado que el de exterior, pero ocupa la mayor parte del parque y también ofrece hermosos paseos. Hay dos entradas principales: Baekdam al noroeste y Jangsudae al suroeste, además de las entradas de Namgyo y Ongnyotang.

Desde la entrada del Parque de Baekdam, un camino lleva al Templo de Baekdamsa. Fue construida originalmente por Jajang en 647 durante el reinado de la Reina Jindeok en Hwacheom. Debido a los conflictos con los cazadores de la zona, más tarde se trasladó a Hangyeri, cerca de Inje. Allí sufrió una misteriosa serie de incendios destructivos, el lugar fue considerado un mal lugar y el templo fue trasladado allí. Los incendios continuaron hasta que un monje tuvo un sueño en el que vio charcos de agua que se derramaban sobre el templo. El templo fue rebautizado 백담사 Baekdamsa ("el templo de los cien estanques") y todo fue bien hasta la guerra. Fue arrasada y parcialmente reconstruida desde entonces. Es más conocido por el monje poeta Han Yong-un, que vivió allí (autor muy famoso a principios de siglo de la colección Le Silence de Nim, traducida por Autre Temps en francés). Cerca del templo hay un refugio abierto todo el año. Es la más grande de la montaña. Desde allí se puede llegar al Seorak exterior por caminos.

Desde Jangsudae, se puede llegar a la cascada Daeseung, una de las 3 grandes caídas de Corea (88 m). Desde allí, podemos subir a Daeseungnyeong desde donde empiezan 3 caminos. Uno de ellos va al norte, al templo de Baekdamsa. Déjese llevar por la belleza de este parque.