Diversión y salidas Tanzania

A unos 800 m sobre el nivel del mar, Moshi es la base de los turistas que vienen a escalar el Kilimanjaro o simplemente a admirarlo. Si está de paso, no deje de visitar el Aroma Coffee House. Creada por Asia Kimaryo, cofundadora de la organización Woman in Coffee Tanzania, emplea a un 90% de mujeres de barrios pobres, responsables de la subsistencia de sus familias y comunidades. El objetivo de Aroma es dotarlas de habilidades específicas que contribuyan a su empoderamiento. También tiene un objetivo ecológico y ético: el café procede de las laderas del Kilimanjaro.

Este nuevo hotel boutique de lujo, que abrirá sus puertas en 2022, domina el océano Índico desde las rocosas estribaciones coralinas del extremo sur de Jambiani, al final del pueblo. Una posición que le garantiza una verdadera exclusividad y una suntuosa vista desde las alturas. Su piscina de diseño es particularmente bella y sofisticada. Si no quiere alojarse aquí, siempre puede venir a comer o cenar para disfrutar del entorno. La carta de bebidas, especialmente los refinados cócteles, invita a detenerse a tomar una copa, sobre todo a la hora del aperitivo.

El lujoso Z Hotel ha dedicado la última y segunda planta de su restaurante a un bar de cócteles y champán, con vistas a toda la playa de Nungwi y a las hipnóticas aguas azul turquesa. Uno de los mejores lugares también al atardecer, dependiendo de la hora del día. El barman ofrece una carta de champán (al fin y al cabo, el entorno lo merece) y excelentes cócteles (que no hay que perderse en la hora feliz), tanto de elaboración propia como clásicos bien equilibrados. Un DJ viene a poner música relajante y deja que la gente charle en los grandes sofás.

Por fin un club de electro en Zanzíbar! Nació en Pajé, donde el ambiente "fun & cool" está floreciendo en nuevos lugares. B4, la última incorporación, es un bar-club que empuja el sonido entre las palmeras, con los pies en la arena. ¡Qué escenario! Mejor aún: es un club de kitesurf durante el día y boumboum y buenos cócteles con fruta fresca por la noche. Especialmente los sábados, un DJ internacional (de Berlín, Londres, París...) toca detrás de los platos atrayendo a europeos de paso, masáis, tanzanos continentales y locales que vienen a machacar la arena juntos frente al bajo.

Una dirección de moda para los aficionados a un buen café molido brasileño o tanzano (el famoso café del Kilimanjaro), con cafés molidos de todo el mundo y una variedad de métodos de preparación procedentes de Italia y otros lugares. Para los que se hayan cansado del café instantáneo en el safari, les espera un espresso recién tostado. También hay bollería casera para una pausa gourmet, y opciones de desayuno más asequibles que en los hoteles. También es ideal para una pausa con cable.

Además de ser un hotel boutique en el corazón de la antigua Ciudad de Piedra, sirve todo tipo de cafés, incluido el café con especias y el delicioso café con leche de vainilla local Obtiene su café directamente de la finca Utengule, donde se cosecha la variedad Bourbon, cerca de la frontera con Zambia. La casa también prepara zumos frescos, limonadas, lassis y batidos, pasteles caseros con frutas exóticas... Podrá disfrutar de estas maravillas encaramado en una azotea bellamente amueblada con telas y sofás y abierta a pequeños balcones encaramados.

Un bar de playa frecuentado principalmente por los tanzanos. Está bien situado para tomar una copa o disfrutar de un plato marinero (pescado, calamares, camarones) junto a la playa, con la punta de la península de Msasani a la vista. Ambiente disco de jueves a sábado por la noche y baño con marea alta para evitar lastimarse los pies con los corales.

Este es EL club al que hay que ir los miércoles, jueves y domingos en Nungwi. En Cocobello, bajo un techo de makuti y sobre un valle de arenisca multicolor, los DJ locales y continentales se ponen a los platos para pinchar los mejores sonidos naija, amapiano e internacionales del momento. Como en todos los locales de fiesta de Zanzíbar, artistas, bailarines y acróbatas (aquí de Six Unit) actúan en el escenario, disfrazados. ¡Espectáculos que hacen arder el escenario! Los swahilis de Nungwi también están listos para sus coreografías. Un lugar estupendo para bailar.

Jambo New Bungalow, al norte de Pajé, es un hotel barato (y recomendable) que ha construido una enorme cabaña de makuti para su bar de pies en la arena, justo en la playa. Aquí se celebra una gran fiesta todos los viernes, en la que se mezclan el hip-hop africano, los últimos éxitos latinos e internacionales hasta la madrugada. Aquí no hay nada de moda, pero sí una bonita fiesta en la que se mezclan suajili y maasai con turistas. El ambiente es agradable, festivo y propicio para el debate. Buenos cócteles de frutas frescas servidos a lo largo de un agradable bar.

Situado en el corazón del casco antiguo, en el paseo marítimo, el Tatu es un establecimiento distribuido en tres niveles, justo al lado del 6th Degree, otro local de fiesta nocturna. No espere encontrar aquí hispters tatuados hasta el cuello o bikers escuchando rock: Tatu significa «tres» en suajili, como las tres plantas de este bar restaurante. Por último, es sobre todo un bar, porque nadie viene a comer aquí si no es para apurar algunas cervezas de más (y la cocina cierra pronto). Se viene a beber cerveza, cócteles y whisky, cuya variedad es amplia y las dosis generosas. Ambiente muy animado por la noche y hasta el amanecer, especialmente los fines de semana. La entrada es de pago para acceder al tercer y último piso, pero merecen la pena los miles de chelines que piden. Se puede decir que es lo mejor de la noche en Stone Town, y de lejos. Entre hip-hop, funk, música de sintetizador y latina, pero también reggae, dancehall jamaicano y africano... la música es muy buena, innovadora incluso hasta el final de la noche. Todo el mundo baila, desde los beach boys a los turistas pasando por los locales y los extranjeros residentes, entre un calor asfixiante a pesar de los ventiladores y la brisa marina (porque estará en una terraza frente al mar). Pero no importa, las horas pasarán, seguirá bailando y sudará aún más... y volverá. Unas últimas piezas de reggae para relajar bajo las luces ¡y a la cama!

Esta acogedora cafetería conceptual prepara... ¡café tanzano! Pero también tazones, paninis y ensaladas.... También vende el oro negro en bonitos paquetes, granos de alta calidad cosechados directamente en las laderas del monte Meru, así como exfoliantes de belleza a base de café. El local es realmente agradable, con pasteles presentados bajo una campana sobre un mostrador de madera y buen wifi. Un lugar ideal para hacer una pausa en la ciudad, no lejos de la Torre del Reloj. También hay una terraza exterior donde disfrutar del café al sol.

No recomendaríamos alojarse en el hotel, sobre todo los fines de semana, cuando hay agitadas fiestas en la piscina y noches de barbacoa al ritmo de los DJ de Stone Town, que destilan excelente música naija y amapiano sudafricano y tanzano. Se puede bailar toda la noche (cuidado con las maletas, que están muy apretadas) y tirarse a la piscina hasta el amanecer: todo el mundo está allí, tanto lugareños como turistas. Los sábados se organizan otras veladas temáticas (happy hour, noche blanca). El público es muy joven.

No es fácil de encontrar en Tabora. Esta discoteca es uno de los únicos faros de la vida nocturna de Tabora, que tiene el mérito de estar muy animada los fines de semana, sobre todo durante los conciertos nocturnos. La sopa de pollo casera es deliciosa, al igual que las carnes a la barbacoa. La señora que atiende hace lo posible por hablar algunas palabras en inglés. El local es seguro incluso a altas horas de la noche, las bebidas están bien frías, los partidos se retransmiten en directo en varias pantallas gigantes y hay una mesa de billar. Amplia selección de cervezas, licores y vinos.

Como la proa de un barco en la playa, la pequeña cabina del camarero de Cocobello da a la arena por dos grandes escalones, frente al pequeño hotel y discoteca del mismo nombre. Aquí se preparan buenos cócteles -divinas piñas coladas hechas con coco y piña fresca- y la música es local, pero bien elegida y bailable. Los bajos suenan lo bastante alto como para crear un ambiente festivo, atrayendo a los jóvenes de Nungwi que se reúnen en pequeños grupos y a los turistas que recorren la playa. La interacción es fácil y el personal local es amable.

El mejor bar de cócteles de Nungwi, contiguo al restaurante del mismo nombre y frente al mar. Las simpáticas camareras italianas agitan frenéticamente sus cocteleras para preparar algunos de los cócteles más creativos de Nungwi. Mojito de manzana, caipiroska de pasión, un refrescante jardín verde (ginebra Bombay Saffire, pepino, lima, albahaca, ginger ale) o una afrutada mula italiana (Campari, zumo de naranja, canela, ginger ale), la elección es difícil. Las gradas de madera sirven de pequeña terraza, pero puedes sentarte en la playa con tu bebida.

Si buscas una pausa swahili en pleno casco antiguo, el Café África ofrece todos los cafés de Zanzíbar comprados a una pequeña cooperativa de la isla y aromatizados con especias, que encontrarás en los puestos: café con mango seco, cardamomo, canela, jengibre, plátano, vainilla... y lo mismo ocurre con los tés. El café también vende muñequitos del zodiaco africano, confeccionados por madres con dificultades a través de la ONG Vassalam (www.vassalam.org). La sala está muy bien decorada.

Este chiringuito de roots reggae-rasta siempre pone buena música. Desde reggae hasta blues y jazz, la lista de reproducción es larga. Puedes sentarte y disfrutar de un coco casi helado, un cóctel de fruta fresca o una buena cerveza local (Kilimanjaro, Safari, Serengeti, etc.). El ambiente es relajado, sobre todo en las tumbonas y hamacas, ideales para ver pasar los dhows mientras se pone el sol. Es precisamente la hora en que la juventud local se reúne para hacer acrobacias, pasear y reunirse en la playa de enfrente.

Uno de los hoteles más antiguos de la isla puesto que, ya en 1888, el Africa House recibía el English Club que marcaba las premisas del turismo local. Magnífico edificio suajili bien situado en el frente marítimo, que ofrece quince habitaciones decoradas a la zanzibarí, con vistas al océano o al casco antiguo (más grandes). Nos gustan el encanto anticuado del lugar, los cuartos de baño espaciosos y el confort, pero no espere ningún lujo. El bar dispone de una gran terraza frente al océano, ideal a la hora de la puesta de sol, mientras que el restaurante, mayoritariamente interior, también dispone de algunas mesas fuera. Si le interesa la historia de la isla, la biblioteca del hotel dispone de una colección de libros antiguos (en inglés) que le permitirán ampliar sus conocimientos. El hotel tiene su propia agencia de viajes para sus clientes.

Si tienes ganas de música, Coral Rock organiza cada lunes una imperdible jam de afro groove. Los músicos acústicos y los cantantes se turnan en el escenario, y luego es el turno del DJ para subir la temperatura. Durante el espectáculo, puede pedir generosamente los hermosos platos de Coral Rocks, como el atún recién marcado sobre un lecho de aguacate, o simplemente gambas y pulpo a la parrilla, a precios razonables. Los cócteles también son una buena opción.

Esta pequeña y bonita cafetería es muy agradable con su bonito mobiliario, su luminosidad y su aspecto moderno. Sirve un excelente café en todas sus formas, tartas caseras y bocadillos (ensaladas o sándwiches), ya sea en el lugar o para llevar. El Ridge Cafe existe en Mbeya y Dar. Lo que la hace especial es que compra café a los pequeños agricultores de las tierras altas de los alrededores de Mbeya, Mbozi, Mbinga, Kilimanjaro y Kigoma. Los granos tostados son de alta calidad, siguiendo un proceso de compra transparente a través de sus cooperativas. Wifi.

Este albergue juvenil bien situado en la península de Masaki cuenta con un amplio y refrescante jardín con grandes mesas para comer o cenar. En el menú hay una buena hamburguesa de una larga lista de composiciones (pero también puedes componer la tuya propia) o algunos platos sencillos. No es una gran comida, pero es buena, fresca y asequible. La posada también es un buen lugar para desayunar. Por la noche, el ambiente acogedor y cosmopolita, el wifi funcional, la agradable música de fondo y el amplio espacio al aire libre invitan a tomar una copa aquí.

Es una de las discotecas más modernas de Dar es Salaam, perfecta para probar la vida nocturna tanzana con buen sonido. Los DJs destilan una gran selección de música Naija (música contemporánea nigeriana), Bongo flava, hip-hop, groove y eso es lo que hace bailar al público. La noche de los sábados, Urban Beatz, marca la pauta, pero la discoteca también organiza fiestas afroswing y, por supuesto, memorables fiestas en directo. La gente es guapa, bien vestida y con estilo, la entrada es bastante selecta, la noche muy bailable y festiva.

Este bar es un punto de encuentro musical en Dar es Salaam, y sería una pena perdérselo. Elements produce muchos conciertos en vivo y DJs locales. El lounge bar cobra vida por la noche, con la juventud dorada local sudando en la pista de baile al ritmo de temas urbanos tanzanos, afro wave, naija y bongo flava pero también hip-hop... El lugar está al aire libre y es muy Instagramable, ya que un gran "I love Dar" invita a posar para un selfie al atardecer. Es un lugar de moda en Dar que merece la pena descubrir, sobre todo el fin de semana.

Este bonito café de moda está situado frente al hotel Protea by Marriott, en la costa noreste de la ciudad, en la misma calle que otro café del mismo estilo, Aroma café, en la famosa Obama Drive, una calle agradable de visitar. Aquí se puede tomar café tanzano y comer los platos internacionales habituales: ensaladas, wraps, pastas y pizzas, cuencos de arroz. Es un menú que se encuentra en casi toda la ciudad, con muchas composiciones ricas en verduras. El entorno es magnífico, con mucha madera, iluminación bien diseñada y atractivos marcos en las paredes. Buen wifi.

Un lugar encantador para una pausa dulce o salada en la costa noroeste de la península de Msasani, no lejos del mercado de pescado de Ciudad del Cabo. Una casa en una zona residencial transformada en café-restaurante. La terraza exterior bajo los árboles es muy agradable, al igual que los sillones redondos de cera del interior. Se viene aquí para tomar un excelente desayuno (con auténticos espressos y zumos recién exprimidos), disfrutar de un pastel, una ensalada o un wrap y aprovechar el wifi.