Los mejores alojamientos Las Maldivas

Los 48 bungalows encalados tienen mucho encanto. La carpintería exótica, la vista sobre la laguna y la ausencia de aire acondicionado recuerdan a los primeros complejos turísticos abiertos en el país. La filosofía de la isla es volver a la naturaleza, por lo que no encontrará una piscina y poca alta tecnología. El wifi sólo es accesible desde la recepción o el bar. Aquí no hay lujos ostentosos, sino una experiencia muy confortable que permite disfrutar al máximo y sin forzar demasiado el entorno. Todo está incluido en el precio, excepto el buceo y el spa.

Este establecimiento alberga 33 apartamentos, 17 originales Dhoni Suite sobre pilotes que ofrecen unas vistas magníficas de las cristalinas aguas. Las 16 villas más grandes incluyen privilegiados solarios privados que se abren al mar. Todas las habitaciones son luminosas y combinan diseño y estilo maldivo: son todo lujo. El restaurante Uffa, junto a la piscina, sirve deliciosa cocina a base de marisco y carnes a la brasa. Disponen de actividades para amenizar los días de sus huéspedes, que por lo general vienen aquí a relajarse. Un trozo de paraíso para imaginarse ser un tranquilo Robinson.

Este hotel isleño de tres estrellas cuenta con ochenta Beach Bungalows y veinte Water Bungalows que necesitan un lavado de cara. Con forma circular y con un techo de palma puntiagudo, se han construido al estilo maldivo, pero están demasiado juntos. Sus interiores tienen una decoración colorida y son sencillos, cómodos y espaciosos. Los bungalós sobre pilotes son más lujosos, pero no disponen de acceso directo a la laguna. Sin grandes lujos ni protocolos, podemos caminar descalzos.

La isla incluye un restaurante de especialidades internacionales, Iruara, que sirve comidas en forma de bufé con buena presentación, y que incluye pasteles deliciosos. También se puede disfrutar de una cena, de langosta o de un buen trozo de carne a la parrilla, a la luz de las velas en la playa. Una experiencia que no puede perderse. Además, el ambiente es, en general, relajado y el servicio atento. Se encontrará principalmente con alemanes e ingleses.

Treinta de los 36 bungalós se alzan sobre pilotes, los otros seis se encuentran en la propia isla. Los bungalós, de madera, son muy naturales y chic. La combinación de exotismo y lujo se integra armoniosamente en la decoración. En todas las habitaciones, cómodas y no demasiado grandes, luminosas y con todo el refinamiento necesario, reina una sensación de total bienestar. Todas se remodelaron en 2012 con acabados excepcionales. Los baños de las Water Villas se abren a dos bandas: una puerta que comunica con el dormitorio y la otra, con un mirador acristalado que da a la terraza. No hay bañera, pero sí una ducha grande. Las pequeñas terrazas de teca, discretas y escondidas, dan a la playa en las Beach Villas, o a la laguna en las Water.

La cocina es muy buena en los dos restaurantes de la isla. En el Dhonveli, cuya ubicación ofrece preciosas vistas a la playa y al mar, sirven bufés internacionales y gastronómicos. El Muraka, un pequeño restaurante sobre pilotes especializado en pescados y mariscos y carnes a la brasa, es ideal para cenas románticas por su ambiente íntimo por la noche. Durante el día, disfrute de una copa en el bar Anba, en cómodos sillones, mientras disfruta de la hermosa vista. La mayoría de la clientela es de habla alemana, y más de la mitad de los visitantes regresan año tras año. En esta isla, en la se camina descalzo, no hay televisión ni piscina para mantener su esencia; es decir, es un remanso de paz con un encantador entorno natural.

La isla cuenta con 228 habitaciones divididas en cuatro categorías: 129 habitaciones Club, 24 habitaciones Deluxe y 75 suites sobre pilotes. Todas las habitaciones han sido completamente renovadas y ofrecen una decoración más actual. En las habitaciones, ubicadas en bungalós de una planta, predominan los tonos azul laguna y rojo coral. Las suites están decoradas íntegramente con teca y maderas exóticas, y tienen una superficie de 70 m² con acceso directo al mar desde su terraza privada. El restaurante sigue el estilo del Club Med; es decir, variado y copioso. No faltan actividades ni entretenimiento gracias al simpático y dinámico equipo GO... ¡Es difícil aburrirse! El campo de fútbol, el orgullo de la isla, ofrece competiciones locales. La isla también dispone de un espacio exclusivo para los niños con infinidad de juegos. El arrecife de coral está algo alejado, por lo que el hotel organiza cada día dos excursiones gratuitas en barco.

Ranveli Village es un hotel situado en la isla de Villingilivaru, en el atolón Alifu Dhaalu de las Maldivas. La isla es conocida por sus hermosas playas de arena dorada, altísimas palmeras y aguas cristalinas. Una de las características más notables de la isla es su larga playa de arena blanca que se extiende hasta donde alcanza la vista. Las 56 habitaciones superiores del hotel ofrecen vistas a la playa y al océano, y están equipadas con aire acondicionado, minibar, hilo musical y teléfono IDD. Los cuartos de baño son amplios y luminosos, con bañera y ducha con agua caliente y fría. El hotel también ofrece piscina, spa, conexión a Internet/Wi-Fi, así como actividades deportivas y de ocio como submarinismo, windsurf, vela en catamarán, piragüismo, voley playa, excursiones y pesca de altura.

30 habitaciones recientes, minúsculas pero limpias, que no ofrecen ningún encanto. Incluso la recepción está mal hecha, un ejemplo perfecto de falso no arquitectónico. Algunas tampoco están provistas de ventanas. ¡Evitar!

El establecimiento cuenta con 92 habitaciones estándar y 16 Water Bungalows sin mucha originalidad. Las habitaciones, bastante pequeñas, sirven para dormir y poco más. Todas cuentan con una terraza privada para disfrutar del aire libre. Este es el punto fuerte de este establecimiento: los pies desnudos en la arena, mirando hacia el horizonte.

El complejo cuenta con dos restaurantes que sirven un bufé para cada comida. El Samuga está diseñado para comidas familiares y el Hiya tiene un ambiente más romántico y tranquilo, dirigida a parejas. Por la noche, todo el mundo se reúne en el bar. Nos gustan los grandes cojines sobre la arena, perfectos para estirarse y observar las estrellas.