Las mejores pastelerías Croacia

En esta casa, fundada en 1977, el famoso pastelero oficia en el cruce de influencias vienesas y meridionales. Es una institución de Zagreb que los lugareños adoran y los turistas les encanta descubrir Ofrece una amplia gama de helados, tartas, pasteles, como Zagrebaske kremšnite o strudel, galletas, crujientes y chocolates, por supuesto. Se puede comer en la terraza o llevar para disfrutar mientras se visita Zagreb, se descansa en un parque o se aloja en un hotel... Ankica y Stjepan Vincek han abierto seis tiendas en Zagreb.

Sin duda, la pastelería más famosa de la isla, en la que la gente hace cola para comprar los pasteles de la casa Smiljana Matijaca. Al frente de la tienda, le tentarán los famosos Cukarin, Klašun, Amareta, Marko Polo bombica. Harubica con semilla de algarroba, un suplemento natural que se utiliza en muchos pasteles en Croacia. También encontrará otros productos gourmet para darse un capricho, como la sal de Ston perfumada con lavanda, el té de hierbas dálmatas, las mermeladas caseras, los vinos de Pelješac...

El maestro pastelero-chocolatero ofrece una amplia gama de postres de cacao, pasteles, tartas de queso y bizcochos, tartas, cafés gourmet con mignardises, así como helados de varios sabores o elaboradas verrinas. La oferta es tan amplia y tentadora que no sabes qué elegir... También ofrece comidas y cenas con platos italianos que están tan bien preparados como la parte dulce. Su lema es dar "dulzura en el corazón de Zagreb". Buena acogida en un entorno cómodo y luminoso, servicio impecable.

En esta pastelería(slastičarnica), más conocida por los lugareños como Kirigin, ¡hay una larga cola! Aquí, la tradición continúa. Todos los pasteles se cocinan en el horno de ladrillo, el mismo desde la apertura de la casa, ¡hace más de setenta años! Hay decenas de pasteles originales para elegir, la pinca, que se come en Semana Santa, el rafioli, un pastel tradicional de la región, el mandolat con almendras y chocolate, el preznik, relleno de frutos secos y confitados con ron y piel de limón, el strudel de manzana, etc. En el acto o para llevar.

En la konoba de Pupo, si la cocina del pescador desempeña un papel importante, la pastelería no se queda al margen. De hecho, la gente viene aquí por el desayuno dulce con zumos de fruta exprimidos, por los platos italianos o la tabla de embutidos y quesos a la hora del aperitivo. Pero es sobre todo el maestro pastelero quien hace las delicias. La tradición familiar ha conservado el sabor de las recetas antiguas, pasteles de chocolate con algarroba, frutos secos, mousses y mermeladas de cítricos, para los arancini y otras tartas de queso y zanahoria muy solicitadas.