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Labastide-de-Virac, a medio camino entre Vallon Pont d'Arc y Aven d'Orgnac, es un encantador pueblo medieval encaramado a un saliente rocoso. Sus estrechas calles empedradas y sus casas antiguas le confieren un encanto auténtico. La principal atracción del pueblo es su castillo, construido entre los siglos XIV y XV para vigilar el Pont d'Arc. Declarado monumento histórico, el castillo está abierto a los visitantes y ofrece desde su terraza una vista impresionante de las Cevenas. En su interior, los visitantes pueden admirar el gran salón con su chimenea y su techo original, así como el museo de la seda que alberga una granja de gusanos de seda. Los aficionados al senderismo también pueden aprovechar los senderos señalizados que conducen a los dólmenes derruidos y a las ruinas de antiguos molinos de viento en los bosques de los alrededores. El pueblo tiene unos 215 habitantes y está situado en el departamento de Ardèche, en la comunidad de municipios de Grands sites des gorges de l'Ardèche.