Pauline y Antoine, sinvergüenzas empedernidos, pusieron sus mochilas en Cat Island hace dos años, y algo nos dice que no están a punto de salir.... Es instructora de buceo, instructora de kitesurf y maga a sus horas, y ahora también son gerentes del Greenwood, en una de las joyas mejor conservadas de las Bahamas. La experiencia comienza con un coco de bienvenida y te sientes como en casa muy rápidamente. Desde su llegada, estos dos han estado trabajando a diario para hacer de su hotel un verdadero paraíso de buen humor. A veces navegando, a veces embotellando, e incluso si eres un poco holgazán, ¡encontrarás el claqué a tus pies!