Los mejores hoteles Suroeste

La fachada no es nada acogedora y estropea el paisaje circundante. Una vez dentro, el Hotel Metropol recuerda a los mejores hoteles de Europa Central, con instalaciones prestigiosas y un personal profesional y bien vestido. Las habitaciones son gigantescas, alcanzan los 30 m² y son más bien junior suites. La decoración es variable: a veces pura, a veces muy recargada. Esto se debe al deseo de atraer a diferentes públicos. Amplia piscina con un impresionante conjunto de hamacas. Buen desayuno.

Pequeño hotel independiente y agradable. Las habitaciones son muy correctas y están bien equipadas con balcones privados. Trato amable. El hotel ofrece bicicletas para recorrer el ciclismo de Parenzana (el antiguo ferrocarril, que une Izola con la costa italiana y croata). La primera hora de alquiler es gratuita.

Cerca del Hotel Svoboda, hay veinte habitaciones y ocho pisos en tres estructuras diferentes en plena naturaleza

El hotel queda bastante alejado de los principales atractivos de la ciudad, pero cerca de los centros comerciales y de las principales autopistas. Tiene varios defectos importantes: precios elevados para unas habitaciones con un encanto anticuado, difíciles de limpiar para un confort bastante limitado, y un establecimiento que no está suficientemente promocionado. El desayuno aumentará ligeramente la puntuación final, al igual que la disponibilidad del personal. Un ambiente antiguo que contrasta con la oferta más moderna que se recibe en el centro histórico.

Completamente renovado en 2017, el Hotel Casa Bel Moretto es un anexo del Hotel Metropol y cuenta con 69 habitaciones, la mayoría con balcón privado. Las habitaciones tienen el mérito de ser bastante cómodas, bastante grandes. El mobiliario es bastante clásico pero elegante. Prestigiosos cuartos de baño con grandes bañeras y un espacio casi indecente. La enorme piscina exterior tiene vistas al mar Adriático y es un lugar de ensueño. La terraza también es espléndida, especialmente al atardecer. Honorable desayuno en forma de buffet.

Está bien situado, lejos del centro de la ciudad, a unos 25 minutos por la carretera de la costa. La principal ventaja del hotel es su acceso directo y protegido al mar; la playa está menos concurrida que en otros lugares, aunque los turistas están empezando a descubrir el lugar. La moderna fachada del hotel contrasta con sus habitaciones más tradicionales, que son menos esbeltas que las de su hermana mayor en el centro de la ciudad (Hotel Piran), pero que siguen siendo cómodas y relajantes. Una advertencia: el hotel está cerrado entre noviembre y marzo.

Renovado durante el invierno de 2017, el Grand Hotel Bernardin reabrió sus puertas en marzo de 2018. Además de las 241 habitaciones con vistas al mar, cuenta con una piscina climatizada de agua marina, un centro de bienestar, un gimnasio y una playa privada. El ambiente es de lujo, tranquilidad y placer. Aunque el edificio podría ser controvertido por ser un símbolo de la costa de hormigón, las vistas desde las habitaciones son impresionantes y mágicas. El desayuno es copioso.

Este hotel de 3 estrellas está situado en el ajetreado centro de la ciudad, cerca del bar de vinos y restaurante Vinakoper, pero a 3 km del centro histórico, lo que supone una ventaja para las noches tranquilas y una desventaja si no se dispone de coche. Las cómodas habitaciones, algunas con balcón, son luminosas, están decoradas en colores vivos y equipadas con TV de pantalla plana, minifrigorífico y cafetera. El hotel también ofrece el servicio de un buen restaurante en una acogedora sala o en la terraza. Admite mascotas y dispone de aparcamiento gratuito.

Dajana y Boris Škibin tenían un sueño: renovar un viejo edificio y convertirlo en un acogedor hotel boutique que pudieran gestionar en familia con sus dos hijas. Ahora lo han conseguido con Hisa Krasna. Con un número limitado de habitaciones, Hisa Krasna ofrece una experiencia privilegiada en contacto con sus huéspedes. Cuatro años después de su apertura, el restaurante del establecimiento fue galardonado con una estrella Michelin, que ahora repite cada año. Se trata de una dirección con toda una historia que se puede disfrutar con una copa de vino en la terraza.

Este agradable hotel se halla en las alturas de Izola, cerca de la Reserva Natural de Strunjan, en un promontorio con vistas panorámicas al golfo de Trieste. Está bien equipado pues cuenta con piscina y tumbonas, cafetería-restaurante y playa privada a ochocientos metros, a la que se puede llegar a pie por un pequeño sendero o en un autobús gratuito. El camping, ubicado a proximidad del hotel, está limpio y tiene un precio razonable; los huéspedes se benefician de las instalaciones del hotel (piscina, playa privada).

Villa Andor dispone de una magnífica terraza con vistas al mar y un restaurante íntimo con una hermosa chimenea. Los sabrosos platos maridan muy bien con los vinos producidos por los viticultores locales. El hotel también ofrece una sala de juegos amueblada con gusto para los que se quieran entretener. Las catorce habitaciones, cuidadosamente amuebladas y con aire acondicionado, garantizan un buen descanso. Todo el lugar está bien diseñado y es muy agradable para una larga estancia. Este es uno de los mejores alojamientos de la costa eslovena en cuanto a la relación calidad-precio.

Una pequeña parada en este salón de té donde las mesas se toman de asalto en la bonita temporada para degustar torta, pasteles y helados.

Entre el mar y una carretera muy concurrida. En resumen, no es muy agradable. Cuenta con 400 campamentos.

El hotel más grande de Izola, 230 habitaciones. Cerca del puerto. Hotel muy frecuentado e incluso concurrido. El lugar no es tranquilo. Las habitaciones tienen todas las comodidades. Hay piscinas con agua de mar.

El hotel Marina, situado a un paso del centro histórico, es muy conocido. Las habitaciones, poco espaciosas, son muy cómodas y la mayoría de ellas ofrecen unas hermosas vistas al mar. El restaurante es famoso y el servicio es impecable. El hotel también ofrece una serie de servicios de bienestar en un magnífico espacio que invita a mimarse. El hotel, cuyo ambiente es de alta gama, también ofrece a sus huéspedes la oportunidad de dar un paseo en barco para ver la ciudad desde el mar.

El hotel Vile Park Premium, con sus 66 habitaciones renovadas en 2024, forma parte del hotel Vile Park, compuesto por varias villas. Las villas están diseminadas alrededor de las pintorescas ruinas del campanario de la iglesia de San Bernardino. Algunas tienen balcones con vistas a la bahía, mientras que otras disponen de terrazas con vistas a la vegetación mediterránea circundante. El precio incluye el acceso al Sea Waterpark Termaris del vecino hotel Histrion, así como a la playa y la piscina exterior del hotel Vile Park. El desayuno bufé es gigantesco

Este hostal de lujo, situado en el noreste del centro de la ciudad, cerca del puerto de Koper, está construido en un edificio protegido del siglo XIV y es un auténtico templo del buen gusto y del refinamiento en la disposición y la decoración. Las habitaciones son elegantes y los estudios bastante cómodos. El desayuno es ligeramente decepcionante en comparación con la calidad general del servicio. El spa es acogedor y le invita a prolongar su tiempo de relajación.

Estos dos chalets adosados tienen la misma dirección. Pertenecen al Adria Ankaran Hotel & Resort. Se encuentran a 150 metros de la playa, en un hermoso entorno verde. Villa Bor cuenta con excelentes instalaciones (piscina olímpica, centro de bienestar, talasoterapia), mientras que la más pequeña, Villa Cedra, está rodeada de un gran jardín marítimo, muy agradable para pasear. Su piscina está climatizada. Ambos ofrecen habitaciones dobles y triples bien equipadas con balcón y todas las comodidades de un hotel de cuatro estrellas.

Este pequeño hotel, construido en un edificio histórico en un pintoresco barrio de pescadores, ha sido inaugurado recientemente y ya está a la altura de lo que promete. Las habitaciones están decoradas con estilo y las instalaciones son modernas y funcionales. El desayuno es excelente y especialmente variado. La amabilidad del personal añade el toque final. La vista desde la terraza sobre el casco antiguo y las olas del Adriático es simplemente mágica.

Este hotel sin pretensiones, bastante alejado del centro de la ciudad y del puerto deportivo, ofrece habitaciones sencillas con un confort limitado pero una limpieza impecable. Las amplias terrazas ←a veces más grandes que las habitaciones← se agradecen en los días soleados. La calidad de las camas solo es aceptable, pero el servicio en general es decente en consideración con el bajo precio por noche. La única ventaja del desayuno, básico y de tipo industrial, es que está incluido en el precio de la habitación. Posibilidad de alquilar una bicicleta por un suplemento.