Los mejores alojamientos Jinja Al Monte Elgon

Junto al restaurante All Friends Place, esta encantadora guesthouse es una de las buenas opciones de la ciudad, con sus habitaciones —equipadas con TV, minibar y caja fuerte— que combinan armoniosamente piedra, madera y artesanía africana. Las habitaciones de los bungalós, alineados alrededor de la hermosa piscina, son realmente agradables. Decoración exótica y ambiente cálido. Un bonito establecimiento.

Situado en la tranquila zona residencial de Mbale, este hotel ofrece habitaciones inmaculadas y totalmente equipadas (aire acondicionado, TV, caja fuerte...). Algunas de ellas también disfrutan de una hermosa vista del gran muro rocoso del monte Wanale y sus cascadas. El hotel Mbale Resort también cuenta con dos restaurantes, una piscina con bar, un salón de belleza, un gimnasio y una sauna. Cabe señalar que las habitaciones «estándar» estaban en renovación en el momento de nuestra visita en 2018. Una cálida bienvenida.

Magnífico sitio perdido en la naturaleza a orillas del Nilo. El Jinja Backpackers ofrece un camping y habitaciones muy correctas. La sala comunitaria está muy bien decorada, donde se pueden tomar prestados algunos libros, navegar por Internet o tomar una copa. Dirigido por un equipo cordial, este establecimiento es realmente cálido y se presta a pasar unos días de relax.

Propiedad de amables vikingos de Islandia y Suecia, el Source of the Smile es uno de los establecimientos más exquisitos de Jinja. Perdidas entre la vegetación, las mesas de madera son perfectas para tomar una copa, leer (hay una pequeña biblioteca en la recepción) o darle al teclado de su portátil, mientras que la música ambiental adorna el silencio. Las habitaciones, sean cuales sean, están originalmente decoradas (pinturas abstractas, elegantes persianas, posavasos...). ¡Un excelente establecimiento!

Ubicado en el borde occidental del bosque, este pequeño y rudimentario campamento de la organización no gubernamental MAFICO es el punto de partida ideal para una excursión guiada por el bosque o para disfrutar de la atracción de la zona: las tirolinas. Los amantes del deporte arbóreo deberán personarse en el campamento, separado de la carretera nacional por seis kilómetros de plantaciones de caña de azúcar desde la ciudad de Lugazi. No dude en ponerse en contacto con el equipo del Griffin Falls para obtener más información.

En un barrio tranquilo, el Sunset Hotel cuenta con 68 habitaciones. La recepción, la fachada y los pasillos carecen sin duda de color y encanto. La mayoría de las habitaciones, equipadas, tienen vistas al Nilo y al New Jinja Bridge. Un establecimiento sin florituras para salir del apuro.

El New Daniel ofrece habitaciones simples pero bien equipadas. Se espera que los televisores obsoletos se cambien pronto. Hay unas pocas mesas y sillas fuera del edificio para tomar una copa. Un establecimiento turístico relativamente barato en comparación con otros de la zona.

A 2,5 kilómetros del centro de Jinja en línea recta y a 8 kilómetros en coche, el Kingfisher está situado en Bukaya, en la orilla opuesta del Nilo. Este resort cuenta con 62 habitaciones, incluyendo las individuales liliputienses, que ocupan una cuarta parte de una banda, lo que no garantiza una privacidad óptima. En cuanto al resto —a excepción de la cocina del restaurante, no siempre a la altura de las circunstancias—, el lugar es agradable. La hermosa piscina, rodeada de sillas plegables bajo parasoles de paja, es lo mejor del establecimiento.

En la orilla izquierda del Nilo, a unos 5 kilómetros aguas abajo de la presa de Bujagali, The Haven es —como su nombre indica— un pequeño remanso de paz con una fantástica vista del Nilo y sus rápidos. Una piscina con tumbonas, juegos para niños, bandas y bungalós de excelente factura y decorados, algunos de ellos, con pinturas murales interiores, hamacas y terrazas que permiten observar ociosamente el cauce del río, un buen servicio de restauración en un bonito restaurante y una gran cantidad de actividades (pesca, avistamiento de aves, paseos en bicicleta de montaña...) son algunos de los cebos que el lodge le invita a morder.

Renovado a finales de la década del 2000, este establecimiento es uno de los mejores de la ciudad. Además de las agradables y bien equipadas habitaciones, el hotel cuenta con un gran jardín, con una piscina resplandeciente en medio. Buena cocina y excelente recibimiento.

Ubicado a 150 metros de la carretera nacional, en el pequeño pueblo de Sipi, este establecimiento ofrece cabañas de madera simples, a las que se adhieren, bajo techos de chapa, aseos y duchas particulares. El dormitorio, muy espartano, está un poco lejos de los baños comunes: tenga cuidado con los resbaladizos escalones de las escaleras después de la lluvia. El área dedicada a los campistas es agradable y el equipo del pequeño bar-restaurante puede preparar platos bastante económicos (alrededor de 10000-12000 ush). Bella vista sobre la más grande y más famosa de las tres cascadas.

En el sitio del difunto hotel Timton, The Mansión fue inaugurado a finales de 2016. Todavía en obras (construcción de un baño turco y de apartamentos), ya está equipado con una piscina, un restaurante y habitaciones limpias y agradables. Un entorno atractivo y una buena acogida.

Surjio's es una pizzería, pero también una guesthouse. Esta última cuenta con un jardín cubierto de hierba, una piscina flanqueada por tumbonas, una pequeña sala comunitaria y habitaciones (sin televisión) limpias, espaciosas y decoradas al estilo africano.

Un sencillo albergue justo enfrente de la oficina de la UWA. Las habitaciones y los dormitorios son bastante básicos, pero el ambiente es muy agradable. Alquiler de material de acampada (tiendas, esteras, sacos de dormir...) y de senderismo (impermeables, botas...). Restauración de bajo coste.

The Nile Porch es sin duda la dirección más chic del sitio de Bujagali. Vista panorámica del Nilo, vegetación y fauna (monos, loros...) son algunos de los atractivos de este establecimiento con agradables alojamientos. Piscina gratuita y conexión a Internet. Buena relación calidad-precio. El restaurante The Black Lantern también es una maravilla.

Inaugurado en 2001, por este hotel bien cuidado no pasa el tiempo. Situado, por una vez, pero no se acostumbre, al oeste del centro de la ciudad, a 300 metros de la carretera nacional que conduce a Jinja, cuenta con agradables habitaciones, muchas de las cuales dan a la bonita piscina del patio. Un fitness center y la organización de excursiones a las cascadas de Sipi hacen que la estancia sea aún más agradable. Buen recibimiento.

Este es sin duda el lugar más popular de Mbale para los voluntarios bazungu. Las habitaciones, repartidas a ambos lados de un espacio central cubierto de ambiente tranquilo, no se distinguen por su decoración, salvo las más caras. No obstante, todas cuentas con su propio baño y mosquitero. ¿Lo mejor de la Casa? Sin duda, la terraza en la azotea, un lugar agradable donde tomar una copa. También organizan safaris (Kidepo, Queen Elizabeth, Cataratas Murchison...), en este caso por la Casa Uganda Safaris, cuya oficina de información y reservas se encuentra en la recepción.

¿Palacio? A la vista de los dos edificios que componen este establecimiento, el nombre es un tanto hiperbólico, o incluso presuntuoso. El edificio, un poco anticuado, que alberga la recepción, dispone de algunas habitaciones equipadas (TV, ducha, WC, ventilador, frigorífico), pero sin encanto. El segundo edificio es más reciente y sus habitaciones tienen balcón; por tanto, mejor escoger este último. Lo destacable del Nile Anchor es sin duda su agradable jardín, con mesas y un balancín bajo las palmeras. Buen recibimiento.

Con sus salones de peluquería y tatuajes, el hotel Al-Nisaa está idealmente situado en el corazón de la ciudad. Las habitaciones están limpias y equipadas con TV, ventilador, nevera y baño; las más lujosas también disponen de caja fuerte y servicio de té. Las que dan a la calle son un poco ruidosas, pero dentro de límites razonables. Buen recibimiento.

Con sus 130 habitaciones limpias y equipadas, pero muy simples, el gran edificio del Brisk no despierta un entusiasmo excesivo. Muchas habitaciones dan al lago Victoria y sus piscifactorías (cría de tilapias). El hotel está flanqueado por una bonita piscina, acompañada por una música ensordecedora durante el fin de semana.