¿Qué sería una pool party sin vino bueno? Es una pregunta a la que el restaurante Oreya Hamptons del hotel Capri Southampton en Nueva York no puede responder. En efecto, este último organizó el 15 de julio una de estas pool party memorable y fue invitado el rosado del Castillo de Bernes. Desde Var hasta Nueva York su rosado sabe hacerse apreciar e integrarse en las mejores veladas. Tanto en la tranquilidad de la Provenza como en la puesta del sol o en una bonita velada que se anuncia resplandeciente, el rosado de Bernes ha demostrado su valor y se le felicita.