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Es el centro comercial por excelencia de la ciudad y, de hecho, de toda la isla de Cebú. Más de nueve hectáreas, miles de tiendas de ropa y calzado, cientos de restaurantes para todos los gustos, cines y salones de belleza: hay de todo para mantenerse ocupado. Es uno de los lugares más animados y populares de la ciudad, y a los filipinos les encantan los centros comerciales. Se abre a terrazas con un magnífico jardín y grandes fuentes, tan refrescantes como se pueda desear.

Es uno de los mayores centros comerciales del país, y el más imponente de Cebú. De forma circular, está situado en el paseo marítimo, con una torre de observación en su centro. Con 114 metros de altura, ofrece una impresionante vista panorámica de 360 grados de Cebú y sus alrededores. Dentro del centro comercial, en cuatro plantas, encontrará cientos de tiendas locales e internacionales de ropa, calzado y golosinas, restaurantes, cines, un gran jardín en la azotea y una enorme bolera.

Uno de los mejores creadores de Cebu. Su taller está en Lapu Lapu, pero vive en Tisa. Primeros precios en madera contrachapada, después madera de narra, nangka o madera de epicepa (las mejores, spruce wood en inglés). Por lo tanto, las guitarras de muy alta calidad de madera de Canadá, la epicea de Tailandia, fibra de hielo…

La asociación NOAH organiza visitas guiadas durante las cuales se puede admirar la destreza de los tejedores de abacá y descubrir la fábrica donde se tallan las piedras preciosas, especialmente el jade. Las piezas están a la venta en la tienda situada junto al taller. Fósiles, accesorios y joyas de piedra de jade, una parada interesante para descubrir la artesanía de Negros Oriental y aprovechar para comprar algunos recuerdos auténticos como adornos, posavasos y telas.

Una parada estupenda si tiene espacio en el equipaje para traerse un recuerdo hecho a mano o simplemente para descubrir esta artesanía. Esta encantadora tienda está llena de cerámica, telas y preciosas cestas de hoja de pandan tejidas a mano. Todo está hecho por mujeres de la comunidad local. De hecho, la tienda está junto al taller de artesanía Artisana Island, concebido en los años 70 por Anita Feria, una empresaria implicada en la vida local. La fábrica se puede visitar.