Qué ver y hacer Territorios Palestinos

La imponente Basílica de la Natividad es una de las iglesias más antiguas del mundo. Se construyó en 339 por orden de Constantino, el primer emperador romano que se convirtió al cristianismo. Ocupa el lugar de la gruta donde se dice que María dio a luz al Niño Jesús, de ahí su nombre. Durante siglos, cristianos de todo el mundo han acudido a Belén en vísperas de la Navidad. El lugar marca tanto los inicios del cristianismo como uno de los lugares más sagrados de la cristiandad.

Tras sufrir graves daños durante la revuelta de los samaritanos, el edificio fue reconstruido en 540 por el emperador Justiniano. Al igual que la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, es compartida por las distintas confesiones cristianas (ortodoxa, católica y armenia).

A la iglesia se entra por una pequeña puerta de sólo 1,30 m de altura, conocida como la "Puerta de la Humildad". En el interior queda muy poco de la decoración original o medieval. En los muros superiores de la nave aún pueden verse fragmentos de mosaicos bizantinos del siglo ^XII. A lo largo de los siglos, se colocó un nuevo pavimento sobre el suelo de mosaico ^{del siglo VI}, que ahora es visible a través de trampillas de madera en el ala central de la iglesia. A ambos lados del coro, unas escaleras conducen a la gruta de la Natividad. Catalogada en su día como "patrimonio en peligro" por las Naciones Unidas, la basílica se ha sometido a extensas obras de restauración para hacer el tejado más estable y estanco, y salvar la nave bizantina y sus espléndidos mosaicos. Hoy, la basílica ya no corre peligro.

Gruta de la Natividad. Aquí, los peregrinos se arrodillan para besar el lugar donde habría estado el pesebre que contenía al Niño Jesús, marcado por una estrella plateada de 14 puntas. El número catorce corresponde al número de generaciones entre Adán y Abraham. A un lado de la gruta, la capilla del Pesebre ilustra la Natividad. Frente a ella, otra capilla celebra a los Reyes Magos. La historia de la gruta ha sido bastante agitada. En 1847, la estrella fue robada. Las tres comunidades cristianas (ortodoxa, armenia y católica) que siempre se han disputado la propiedad de la gruta se acusaron mutuamente de robo. La estrella fue sustituida por una copia, pero las disputas continuaron.

Merece la pena ir al monasterio ortodoxo griego de San Jorge aunque sólo sea por el espectacular paisaje que se encuentra en el camino. Este monasterio del siglo^V se construyó en el acantilado de Wadi Al-Qilt debido a la importancia bíblica de la zona. Se dice que está en la ruta que siguió Jesús desde Jerusalén hasta el valle del Jordán. No es lejos de aquí donde se dice que pronunció su parábola del buen samaritano, que ilustra su definición del "amor al prójimo". Wadi Al-Qilt podría ser el "valle de la sombra" al que se refiere el Salmo 23 de la Biblia. Los fundadores del monasterio también creían que fue en una de las cuevas cercanas donde el profeta Eliseo fue alimentado por cuervos (Libro de los Reyes I 17:5-6). Finalmente, fue en una de estas cuevas donde se dice que Joaquín, el padre de la Virgen María, recibió la visita de un ángel que le anunció la inminente llegada de un hijo, a pesar de la esterilidad de su esposa.

Las cuevas de Wadi Al Qilt estaban ocupadas por ermitaños que acudían a rezar y meditar incluso antes de que se construyera el monasterio. En el siglo^V, el monje egipcio San Juan de Tebas, acompañado de ermitaños sirios, fundó allí un monasterio. El monasterio fue saqueado por los persas, que mataron a los 14 monjes residentes. En 1179, los cruzados intentaron reconstruir el monasterio, pero fueron expulsados antes de que pudieran completar su trabajo. En 1878, un monje griego llamado Kalinikos emprendió su reconstrucción. La obra se terminó en 1901. El campanario se añadió en 1950.