Los mejores alojamientos Región De La Meseta

Le 30 Août es el hotel estatal por excelencia de Kpalimé, renovado en 2022. El establecimiento ofrece diferentes tipos de alojamiento, todos con aire acondicionado. Las habitaciones y los miniapartamentos son decentes, y a veces ofrecen una bonita vista de los campos de los alrededores o de la hermosa piscina. Los miniapartamentos son espaciosos, con baño y aseo separados. Un poco más allá de la explanada, acondicionada como un gran aparcamiento, un bar invita a disfrutar de un momento de convivencia con los amigos. Restaurante de cocina internacional y discoteca insonorizada. Acogida profesional en recepción.

El hotel Woezô, que significa "bienvenida" en la lengua ewe, le abre sus puertas en un establecimiento reciente y bien mantenido. Dispone de 24 habitaciones, que van desde las más básicas hasta la suite más confortable. Recomendamos las habitaciones Privilege y VIP, que ofrecen una zona de estar para relajarse después de un buen día de turismo. Algunas de las habitaciones de la segunda planta dan a la calle y tienen un pequeño balcón. El restaurante le deleitará con sus especialidades africanas y europeas. Recepción profesional. Aparcamiento vigilado.

Se trata de un motel bien cuidado que se adaptará a los presupuestos más reducidos. Cinco habitaciones con aire acondicionado están situadas en la planta baja y ofrecen un confort básico para pasar unas noches. Dos habitaciones ventiladas se encuentran en un edificio exterior con vistas a un frondoso jardín. Son algo más pequeñas y disponen de cuarto de baño interior sin agua caliente. También hay una agradable suite. El establecimiento está situado en una zona tranquila, no lejos del centro de artesanía. Una cálida bienvenida y una sonrisa hacen que quiera dejar su equipaje enseguida.

Este es uno de los lugares más increíbles del país. Dos socios, creyendo en este lugar de rara belleza, instalaron allí un campamento en 2013 y organizaron actividades de naturaleza en torno a él. Desde entonces, el lugar ha cambiado mucho, ya que se ha construido un hotel-restaurante panorámico en la cima de la montaña. Un mirador mágico a 800 metros de altura. Los socios lo han convertido en un hermoso patio de recreo: escalada, senderismo o ciclismo de montaña, entre cañones y cascadas y hogueras a petición. Las 10 habitaciones están equipadas con ventanales que dan a las montañas.

En la carretera de Lomé, este hotel puede ser una buena alternativa para una estancia tranquila y alejada del bullicio de la ciudad. Las 10 habitaciones climatizadas, con acceso magnético, están repartidas en dos plantas (sin ascensor) y ofrecen un confort óptimo. Otros se encuentran en un edificio más nuevo. Las habitaciones superiores son más amplias que las estándar y ofrecen una bonita vista de las colinas. Algunas habitaciones tienen balcón. El restaurante, con capacidad para 35 personas, ofrece buena cocina africana y europea.

Una dirección sencilla pero con encanto, a tiro de piedra del camino que lleva a la cascada de Aklowa. Las 12 habitaciones con aire acondicionado están limpias y equipadas con lo esencial. Sin embargo, el ambiente es cálido y auténtico. A la hora de comer, se pueden degustar especialidades togolesas como kotomblé con salchichas, cuscús y sabrosas brochetas de carne. También se ofrecen bocadillos y espaguetis. En colaboración con la Asociación de Guías Aklowa, el hotel organiza veladas con bailes tradicionales.

Desde fuera, el hotel parece inacabado, pero el patio se abre a dos edificios de un verde luminoso. Las 7 habitaciones, bien cuidadas y con aire acondicionado, están situadas encima de una funcional sala de conferencias. Las tres habitaciones con aire acondicionado, también en la primera planta, están situadas encima del restaurante. Disponen de TV, escritorio y un pequeño cuarto de baño, y ofrecen preciosas vistas de las verdes colinas de Atakpamé. El hotel está en el corazón de una zona tranquila, lejos de la carretera, para un descanso agradable.

En Felicia, los precios, las terrazas privadas y el tamaño de las 9 habitaciones son muy razonables, aunque los cuartos de baño a veces pueden ser minúsculos. El verde jardín es un oasis apacible donde los pájaros vienen a descansar y las lagartijas corretean. En el centro, una pequeña cabaña de paja invita a relajarse con un buen libro. En el espacioso comedor se sirve deliciosa cocina africana, elaborada con productos locales. La acogida es entusiasta y aquí se sentirá como en casa, a poca distancia del centro de la ciudad.