Información práctica : Tomar un descanso Milán
Horarios
Cualquier hora del día es buena para darse un capricho en un bar o café. A los milaneses les gusta desayunar en el mostrador entre las 7 y las 9 de la mañana, pero también parar a media mañana para tomar un espresso. Lo mismo ocurre después de comer, con largas colas para engullir un café antes de volver al trabajo. Por la tarde, el ballet de aperitivos comienza en torno a las 18.30 y se prolonga hasta las 21.00 horas.
Baratos / Chollos
Un café en la barra cuesta entre 1,20 y 1,50 euros, y un capuchino (o cappuccio, como suelen llamarlo los milaneses) entre 1,30 y 2 euros. Los precios suben rápidamente si decide sentarse. Una naranja exprimida cuesta entre 4 y 7 euros, y una botellita de agua, entre 1 y 1,50 euros. Un aperitivo le costará entre 7 y 15 euros, siempre acompañado de abundantes aperitivos. Algunos locales ofrecen auténticos buffets por el precio de un cóctel, y muchos lo convierten en su cena. Un buen helado de dos sabores cuesta entre 3 y 4,50 euros.
Muy local
Aunque Milán se disputa con Turín y Génova ser la creadora delaperitivo, es sin duda Milán quien le ha dado sus cartas de nobleza. A partir de las siete de la tarde, estudiantes, gente que sale de la oficina o tras una jornada de compras se reúnen para tomar una copa y disfrutar de lo lindo. No importa la edad que tengas, ¡querrás vestirte de punta en blanco! Se pide el eterno spritz y el mojito, pero a los locales también les gusta beber pequeñas copas de prosecco, el vino espumoso italiano que rivaliza con el champán.
En cuanto llega el buen tiempo, las heladerías están en pleno apogeo, tanto a la hora de la merienda como después de cenar, ofreciendo la posibilidad de elegir entre cono o coppetta de sabores variados. Nota: por un suplemento, puede añadir panna (nata montada) a su helado.
Niños
Todos los cafés ofrecen brioches y pizzetas, que a los más pequeños les encanta picar para desayunar o merendar. Y entre las numerosas heladerías de la ciudad, los niños pueden divertirse encontrando su sabor favorito.
Fumadores
En los bares y cafés de Milán no se puede fumar.