Los mejores parques temáticos Le Dauphiné

Walibi es el parque donde toda la familia grita «¡Ahhh!». Es un parque para redescubrir cada temporada con nuevas atracciones y nuevas sensaciones. De acceso rápido y fácil desde cualquier punto de la región (se puede tomar un OuiBus desde Saint-Exépury, que hace 3 paradas: Bourgoin, Villefontaine y La Tour du Pin), Walibi Park se reinventa cada año. Diga «sí» a sus deseos de pasar un buen rato con sus hijos, sus amigos o su pareja descubriendo todas las atracciones y el parque Aqualibi (zona acuática abierta entre junio y septiembre con una tarifa adicional de 6 E). Descubra la nueva zona Festival City, la ciudad donde se celebran todos los festivales, donde le esperan tres nuevas atracciones: dos atracciones familiares, el Dock'N Roll y la Balloon Race, y una atracción de emociones fuertes, el Hurricane. Y después hay otro montón de atracciones para que disfruten los más pequeños con sus padres. EqWalizer, una atracción emblemática que hay que probar; la SkunX Tower, en la cual ascienden a gran velocidad unos asientos eyectables; Timber, la montaña rusa de madera; el barco Le Galion o el Woodstock Express. El Carrusel, con sus caballos y su música original, la Mini granja, el Gold River, para embarcarse en grandes flotadores y recorrer 500 metros de aguas turbulentas, La Coccinelle, On Air, Bamba, Surf Music y su pista de 75 metros, o Melody Road, en el cual los niños llevan el volante, están pensados para toda la familia. Los más pequeños también tienen sus propias atracciones, como el Be Bop, en el cual sentirán escalofríos con total seguridad. Refrésquese en el área acuática, que cuenta con cuatro piscinas y cuatro toboganes. Hay dos eventos que no se pueden perder en Walibi, y que son: la Caza de huevos de Pascua durante la apertura del parque y la fiesta de Halloween para su cierre. En 2019 se celebra el cuarenta aniversario de Walibi Park con nuevas atracciones y agradables sorpresas para todos los visitantes. Nuevas sensaciones y grandes emociones para compartir, ese es el efecto «¡Ahhh!».