Las mejores discotecas Laponie

Un lugar muy bonito en el interior, casi chic. Un largo bar está a la derecha cuando entras, la atmósfera tenue te invitará a sentarte en uno de los sofás situados en pequeñas gradas. Uno llega allí bastante bien vestido, sin exagerar. La noche comienza suavemente y luego se convierte en un afterwork hasta que, el fin de semana, el DJ se sube a los platos y hace que toda la habitación se mueva con todo tipo de melodías. En verano se puede disfrutar de la terraza que da a una calle animada del centro de la ciudad. Un buen lugar para probar la vida nocturna.

Excelente restaurante con una carta variada inspirada en la cocina francesa. El interior es elegante, con banquetas de cuero, papel pintado de flores y bonitas lámparas de araña. Cuesta creer que este lugar se transforme en una de las discotecas más insólitas y populares de la ciudad los viernes y sábados por la noche. La joven clientela viene de fiesta cada fin de semana a este gran edificio de madera restaurado. Ambiente garantizado para los menores de 25 años. El local también funciona como bar de vinos y cervezas para quienes deseen pasar una buena noche, quizás un poco más tranquila.

El Royal no es solo una discoteca, pues ahí es donde pasa todo. Es a la vez la mejor y la peor, ya que es la única de la zona. Razón de más para ir allí. Los viernes, cuando suenan los éxitos internacionales más famosos, la pista está casi desierta. Los sábados, la media de edad es mucho más baja, y suena una sucesión de éxitos electro y remixes. No se olvide de hacerse una foto de recuerdo en el fotomatón. En resumen, una visita obligada para aquellos que quieran hacerse una idea de la vida nocturna en la Laponia sueca.