En la frontera entre Francia y Alemania,Alsacia ofrece una amplia gama de actividades turísticas. Sus pueblos y ciudades son conocidos por su originalidad y belleza en todos los rincones del planeta: casas con entramado de madera de aire medieval, pozos y alféizares llenos de flores, leyendas antiguas y un ambiente cálido. En este artículo, le proponemos un recorrido por los diez pueblos y ciudades más bellos de esta región encantada. Perdidos entre los viñedos de las grandes cosechas, ofrecen paisajes y patrimonios únicos que no tendrán dificultad en seducirle, ya sea en el Alto Rin o en el Bajo Rin. Desde la capital, Estrasburgo, hasta Hunawhir y Thann, Alsacia le ofrece sus más bellos pueblos y majestuosas ciudades. Prepárese para dejarse sorprender por la riqueza de este patrimonio y sumergirse en el corazón de paisajes que parecen salidos directamente de un cuento de hadas. Póngase cómodo y déjese hechizar por la magia de los quince pueblos (y ciudades) más bellos de Alsacia.
1. Eguisheim, un típico pueblo alsaciano
Eguisheim es uno de esos pueblos de postal, alsaciano hasta la médula: lo tiene todo, desde casas con entramado de madera y fortificaciones medievales hasta fuentes y balcones en flor en cuanto sale el sol. Y eso no es todo: Eguisheim es también una de las joyas de la corona de la cultura vinícola alsaciana, sede de varios grands crus de fama mundial. A bordo de un trenecito blanco, podrá recorrer tranquilamente la región y obtener información histórica sobre la ciudad. Todo ello hace de Eguisheim uno de los pueblos más bellos de Alsacia. Descubra Alsacia (los pueblos de Eguisheim, Kaysersberg, Ribeauvillé y Riquewihr) en este recorrido por las 4 maravillas de Alsacia recorrido por las 4 maravillas de Alsacia ¡!
2. Riquewihr, uno de los pueblos más bonitos de Alsacia
Riquewihr figura entre los pueblos más bonitos de Francia, y con razón. El pueblo ha tenido una historia agitada: primero fue una ciudad fortificada en la Edad Media, después prosperó gracias al cultivo de la vid y al turismo, y en la actualidad cuenta con casi 5 museos para 1.200 habitantes La ciudad no se convirtió en francesa hasta 1796. El encanto de Riquewihr se ve reforzado por susituación en el corazón de la ruta del vino de Alsacia. Una visita a la ciudad es también una buena oportunidad para contemplar los viñedos y laderas de los alrededores, y hacer una parada en una finca para una cata de vinos. Si no quiere perderse nada de Riquewihr, opte por una visita guiada privada del pueblo ¡!
3. Hunawihr, un pueblo con encanto en Alsacia
Situado en el Alto Rin, en la ruta del vino entre Riquewihr y Ribeauvillé, el encanto de Hunawihr reside en sus magníficos paisajes, con viñedos que se extienden hasta donde alcanza la vista. Su iglesia, declarada monumento histórico, acoge tanto a católicos como a protestantes: ¡en Hunawihr no hay distinción de credos! Junto con el cementerio, es un buen ejemplo de iglesia fortificada, y como el pueblo nunca tuvo murallas, servía de refugio a la población en caso de peligro. Mientras pasea por sus calles, tómese su tiempo para admirar las hermosas casas alsacianas. Para los niños, el municipio cuenta con un centro de reintroducción de cigüeñas y nutrias Visite varios pueblos, entre ellos Hunawihr, en esta excursión de un día por los pueblos medievales, con degustación de vinos incluida ¡!
4. Mittelbergheim, en la ruta del vino de Alsacia
En la ruta del vino, en la región de Barr, se encuentra otro de los pueblos más bellos de Alsacia y de Francia: Mittelbergheim. La historia de Mittelbergheim está marcada por la producción de vino, y presume de un vino notable : el Grand Cru Zotzenberg. La unidad de estilo de las casas y monumentos es notable. En este soberbio pueblo vinícola de los siglos XVII y XVIII, cada casa y cada piedra cuentan una larga historia. Desde Mittelbergheim se pueden realizar numerosos paseos por las laderas del Monte Saint-Odile. Y para los que han venido por la calidad del vino, también es posible visitar las fincas del pueblo, algunas de las cuales ofrecen incluso alojamiento y desayuno. Viva al máximo la experiencia Mittelbergheim optando por una jornada de día de cata de vinos y visitas a 3 bodegas desde Estrasburgo ¡!
5. Hunspach y sus casas con entramado de madera
Hunspach está situado en el Bajo Rin, en la región de Wissembourg. Una de las características de este suntuoso pueblo son sus casas blancas con entramado de madera a ambos lados de la calle central. También se pueden admirar los bancos napoleónicos en los que las mujeres descansaban con sus cestas al volver del mercado. Los aficionados a la historia deben dirigirse al Fuerte Schoenenbourg, situado en la Línea Maginot, que albergaba la artillería más importante de Alsacia. Está enterrado a nada menos que 22 metros de profundidad Hunspach lo tiene todo para figurar en nuestra lista de los pueblos y ciudades más bonitos de Alsacia.
6. Colmar, un auténtico pueblo alsaciano
Hablar de la belleza y autenticidad de Alsacia sin mencionar Colmar sería un grave olvido. Esta floreciente y serena ciudad cuenta con una gran variedad de atractivos arquitectónicos y culturales. No se pierda el barrio de la Pequeña Venecia, con su ambiente alsaciano por excelencia, ni la Maison des Têtes, construida en estilo renacentista alemán para el comerciante Anton Burger. El resto es un paseo tranquilo por las calles con entramado de madera, sin olvidar sentarse a la mesa de un restaurante para degustar la gastronomía local. Para descubrir la ciudad de forma original, puede alquilar barcas de fondo plano en el Lauch, el río local. Aproveche su estancia en Colmar para pasar medio día en la ruta del vino de Alsacia ¡!
7. Thann, la ciudad de las leyendas
Thann es LA ciudad de los aficionados a los cuentos y a la historia medieval, gracias a su arquitectura, su historia y, sobre todo, sus leyendas. Rodeada de viñedos, las numerosas casas con entramado de madera de la región de Alsacia confieren a Thann un ambiente especial. Y al otro lado del Thur, el río local, las ruinas de un castillo se asemejan extrañamente al ojo de una bruja que parece vigilar la ciudad en la distancia. Los paisajes que rodean Thann invitan inevitablemente a pasear y vagabundear, y si tiene suerte, puede que en alguno de sus paseos se cruce con algún viticultor enrejado, debido a lo escarpado de las laderas que rodean la ciudad.
8. Obernai, una ciudad típicamente alsaciana
Obernai, cuna de Santa Odile, patrona de Alsacia, es una ciudad típicamente alsaciana. Su arquitectura se asemeja a la de muchos de sus vecinos, con la excepción de sus magníficas murallas. Datan del siglo XIX y defienden la ciudad formando una doble muralla a los pies del Monte Sainte-Odile. Algunas de las torres que bordeaban las murallas siguen en pie, y algunas incluso se han incorporado a edificios residenciales. La plaza del Mercado de Obernai también merece una visita, con el ayuntamiento de 1370, un campanario construido a partir de los restos de una iglesia destruida en 1873 y una torre cuadrada remodelada durante el Renacimiento. No se pierda nada de Obernai en esta visita guiada a pie con degustación de vinos ¡!
9. Wissembourg, un pueblo con encanto medieval
Wissembourg ha sabido conservar su atmósfera románica y su encanto medieval, hasta el punto de haber sido galardonada con el sello de los "100 desvíos más bellos de Francia". La iglesia abacial de Saints-Pierre-et-Paul es representativa de la historia de la ciudad: contiene la vidriera más antigua de Alsacia. Construida en 1074, la mayor parte de lo que hoy se conserva data del siglo XIII. Además, los niños alsacianos conocen la leyenda de Hans Trapp, el hombre del saco, que visitó Wissemberg en Nochebuena.
10. Estrasburgo, una de las ciudades más bellas de Alsacia
Es imposible no mencionar Estrasburgo cuando se habla de las ciudades más bellas de Alsacia. Ciudad medieval, lleva las marcas del paso de la historia. Inicialmente un simple campamento militar conocido como Argentorum, borrado del mapa por los hunos, primero alemanes y luego franceses, ha sabido erigirse en un verdadero centro cultural. Convertida en capital de Europa, estatus que comparte con Bruselas, cuenta con numerosos puntos de interés: su catedral y su mercado navideño, por supuesto, pero también los barrios de Petite France y Krutenau, y la plaza de la República. Y para contemplar el esplendor de la ciudad desde las alturas, le recomendamos subir las escaleras que conducen a la plataforma de la torre de la espléndida catedral de Estrasburgo. Opte por un enfoque original con esta visita guiada en barco por Estrasburgo ¡!
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11. Neuf-Brisach, pueblo declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO
Declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2008, Neuf-Brisach es una pequeña ciudad con unaincreíble riqueza histórica. Fue el célebre Vauban, gran especialista en poliorcética (técnicas de asedio de ciudades), quien supervisó la construcción de Neuf-Brisach entre 1698 y 1703. El objetivo era fortificar la orilla francesa del río después de que Francia devolviera la ciudad de Breysach a Austria. En 1870 y de nuevo en 1945, la ciudad fue destruida casi por completo, excepto la obra de Vauban, que resistió valientemente a las bombas Las murallas pueden visitarse a pie: este paseo de 2,4 km le llevará desde la Puerta de Colmar hasta la Puerta de Belfort.
12. Turckheim y sus casitas con tejados antiguos
Turckheim es un pueblo típicamente alsaciano, donde podrá admirar las cas itas de tejados antiguos donde les encanta anidar a las cigüeñas. Turckheim también es famoso desde hace siglos por sus vinos, gracias en particular al viñedo de Brand, uno de los 51 Grands Crus de Alsacia. Cuenta la leyenda que un dragón emergió del mar y se quedó dormido en lo alto de la colina de Brand. El calor era tan intenso que sus escamas empezaron a derretirse y el dragón murió desangrado. Ésta se extendió por la ladera del Brand y penetró en la tierra, fertilizándola y dando origen a vinos de una pureza excepcional. Pasee por el sendero del vino que atraviesa el Brand y apreciará la arquitectura única del pueblo y el magnífico panorama que abarca la entrada al valle de Munster, el castillo de Hohlandsbourg y los viñedos de la desembocadura del valle. También merece una visita: la bodega de Turckheim, ¡una de las mejores de Alsacia!
13. Kaysersberg, pequeño pueblo medieval del Alto Rin
Situado en la Ruta del Vino de Alsacia, Kaysersberg es un encantador pueblecito medieval que conserva bellos vestigios de su pasado y cuyo nombre significa la Montaña del Emperador. Aquí nació Albert Schweitzer, el pastor alsaciano galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1952. Pasee por sus calles adoquinadas y admire su iglesia de arenisca roja, su puente fortificado de 1514, su romántico lavadero, su calle principal adoquinada, sus pintorescas casas de entramado de madera cuidadosamente conservadas, el ayuntamiento renacentista y la iglesia Sainte-Croix, que ostenta un hermoso portal románico y, en su interior, un soberbio retablo tallado del siglo XVI. También puede visitar la torre del homenaje del castillo imperial de Kaysersberg, que domina la ciudad.
14. Ribeauvillé, uno de los pueblos más bonitos de Alsacia
Dominado por los restos de tres castillos fortificados construidos por la familia Ribeaupierre, Ribeauvillé es sin duda uno de los pueblos más bellos de Alsacia Se menciona por primera vez en el siglo VIII con el nombre de "Radbaldovillare". El castillo de Ribeaupierre se construyó en el siglo XI, seguido dos siglos más tarde por los castillos de Girsberg y Saint-Ulrich. En la Edad Media, la ciudad fue la sede de la familia Ribeaupierre, el poderoso señorío que construyó estos tres castillos. A partir del siglo XVII, la ciudad se convirtió en un importante centro textil , que se modernizó regularmente. Le recomendamos que vaya a admirarlas magníficas casas con entramado de madera , que ilustran especialmente bien la riqueza de los notables de la época.
15. Zellenberg, uno de los pueblos más pintorescos de Alsacia
Enclavado en una colina de 285 metros de altura, Zellenberg es un pueblo muy pintoresco que llama la atención desde la Ruta del Vino: ¡domina todos los viñedos de los alrededores! Le recomendamos que siga la ruta histórica a lo largo del sendero de descubrimiento, donde pequeños paneles ofrecen información histórica, en particular sobre el apogeo de la ciudad en la época de los señores de Ribeaupierre. La ciudad también es conocida por sus buenos restaurantes, pero sobre todo por el talento de sus viticultores, que producen, entre otras maravillas, los Grands Crus de Froehn y Schoenenbourg.
¿Cuáles son los pueblos más bonitos para visitar en los alrededores de Estrasburgo?
Estrasburgo está rodeada de numerosos pueblos hermosos que bien merecen una visita para descubrir el encanto de Alsacia. Aquí tiene 5 de los pueblos más bonitos que visitar en los alrededores de Estrasburgo:
-Situado a unos 25 kilómetros al suroeste de Estrasburgo, Obernai es un pintoresco pueblo con casas de entramado de madera bien conservadas, una hermosa plaza del mercado y un ambiente medieval.
-A sólo 25 kilómetros al oeste de Estrasburgo, Molsheim es conocida por su arquitectura medieval, la iglesia de Saint-Georges y su histórica cervecería, Brasserie de l'Abbaye de Saint-Léger.
-A unos 25 kilómetros al oeste de Estrasburgo, Wasselonne es otro pueblo pintoresco con casas de entramado de madera, un castillo medieval y un casco antiguo encantador.
-A pocos kilómetros al noreste de Estrasburgo, Wantzenau es una pequeña ciudad conocida por su bonito puerto deportivo, sus canales y sus casas tradicionales.
-Situada a unos 40 kilómetros al noroeste de Estrasburgo, Saverne es famosa por su castillo de Rohan, sus jardines botánicos y su ambiente histórico.
¿Cuál es el pueblo más bonito de Alsacia?
Tras ganar el título de "pueblo favorito de los franceses" en 2022 en el programa France 3, el pueblo de Bergheim ha sido nombrado ahora "pueblo más bonito de Francia".
¿Cuál es la mejor época para visitar Alsacia?
Las mejores épocas para visitar Alsacia son la primavera (mayo-junio) y el otoño (septiembre-octubre). Estos periodos le proporcionarán un clima favorable para disfrutar de la región, al tiempo que limitan el número de turistas.
