Restaurante típico de cocina auténtica y local.
Una palabra resume el carácter de esta dirección: sencillez. El ambiente de este restaurante típico destila calidez y simpatía, al igual que el de Nicole y su hija, las dos anfitrionas. La cocina, al igual que la decoración, es auténtica y refleja los productos locales; en resumen, un sabor a paraíso para los gourmets. La carpa con patatas fritas y crudités y el vacherin glacé de postre son recomendables, deliciosos y contundentes. Y no hay que olvidar la cabeza de ternera con salsa vinagreta, que también merece la atención de los entendidos. El menú, que cambia con las estaciones, ofrece una buena relación calidad-precio. Una manera de descubrir el Willerhof es participar en un baile del té en la trastienda, ¡otra forma de divertirse! Le Willerhof, ¡está de moda!
Personnel sympathique et a l écoute
Service au top , repas copieux et très bon
Merci a vous