SANCTUAIRE SHIOGAMA-JINJA

Es una de las visitas obligadas de la ciudad. Encaramado en una colina con vistas a la bahía de Matsushima, el santuario de Shiogama-jinja es un lugar sagrado cargado de historia. Cuenta la leyenda que fue aquí donde los dioses enseñaron a la humanidad el arte de producir sal hirviendo agua de mar. En su honor, hacia el año 800 d.C., los lugareños dedicaron este santuario a las deidades de la sal y bautizaron el lugar con el nombre de "Shiogama", literalmente "caldero de sal". Cada mes de julio, este conocimiento ancestral se rememora en un ritual de fabricación de sal que se celebra en el cercano santuario de Okama-jinja. Shiogama-jinja también es venerado como protector de los pescadores y garante de un parto seguro. Se llega subiendo 202 escalones de piedra, aunque también se puede acceder a la entrada por una escalera más accesible. Sus edificios bermellón, de principios del siglo ^XVIII, son testimonio de la arquitectura del periodo Edo. Catorce de ellos están clasificados como Bienes Culturales Importantes. En el mismo lugar se encuentra Shiwahiko-jinja, un santuario dedicado a la deidad de la agricultura. Un pequeño museo exhibe objetos relacionados con la historia bélica local, incluidas espadas reales donadas por el clan Date, antiguo señor de la región. A lo largo del año, el santuario se anima con festivales: la fiesta de los cerezos en flor en primavera, el festival del puerto en verano, las iluminaciones musicales en otoño y el desfile invernal del mikoshi portado por hombres vestidos de blanco.