Guía de viaje Kampos

Al sur de la capital se extiende la fértil llanura de Kampos, conocida desde hace siglos por el cultivo de cítricos (mandarinas, naranjas, limones, bergamotas, etc.). Las grandes familias históricas de Quíos hicieron fortuna con la exportación de estos famosos productos a toda Europa. Tenían puestos comerciales en todos los grandes puertos europeos... hasta que la política agrícola de la Unión Europea decidió favorecer los cítricos procedentes de España y acabó poco a poco con un comercio y una actividad que antes habían florecido. La llanura de Kampos conserva sus árboles y cultivos, pero poco a poco se ha ido orientando hacia el turismo para sostener las grandes haciendas construidas por los genoveses en el siglo XIV. A ellos se debe la particular arquitectura de estas villas de piedra Thymiana, una piedra local que mezcla magníficos ocres, cambiando de tono según la luz del día. Rodeadas de altos muros, las fincas suelen tener estructuras generales similares: edificios macizos con frescos interiores, grandes pozos para el riego autosuficiente y cuidados huertos de cítricos. El terremoto de 1881 dañó muchas de las fincas medievales, pero algunas villas se renovaron añadiendo estilos que estaban de moda a finales del siglo XIX, dando lugar a veces a sorprendentes mezclas.Hoy en día, la mayoría de estas casonas se han transformado en encantadoras casas de huéspedes: no dude en alojarse en una de ellas, ya que será una oportunidad única de conocer la arquitectura medieval de lugares que, de otro modo, estarían cerrados a los visitantes y a menudo serían invisibles desde el exterior, debido a los altos muros que los rodean. En su interior, descubrirá pequeños paraísos bien escondidos, que recuerdan más a Italia que a Grecia.La carretera central que atraviesa la llanura es bastante peligrosa: no se aventure a pie. Por el contrario, las pequeñas carreteras secundarias que conducen a las fincas son sinuosas y muy estrechas, no aptas para coches. La mejor manera de explorar esta apasionante zona es visitar el Museo de los Cítricos para conocer la historia de la zona y, después, alojarse en una de las casas rurales aquí indicadas y explorar la zona directamente a pie o en bicicleta. En la costa, la localidad costera de Karfas tiene una larga playa de arena adecuada para familias.