VILLA GORICA

Un cascarón de hormigón de tres plantas abandonado en un claro: eso es todo lo que queda hoy de Villa Gorica, el edificio más famoso de Bugojno. Era la residencia favorita de Tito (1892-1980) entre las treinta y cuatro villas que poseía en toda Yugoslavia. Construido en 1974 como pabellón de caza para el presidente de la Yugoslavia socialista, fue diseñado por el arquitecto bosnio Zlatko Ugljen (nacido en 1929), entre cuyas obras figuran la Mezquita Blanca de Visoko (1980) y el monasterio de los Santos Pedro y Pablo de Tuzla (1989). Pero la villa fue destruida trece años después de la muerte de Tito, durante la guerra de Bosnia-Herzegovina: las tropas del Consejo de Defensa Croata (HVO) hicieron estallar los explosivos que habían almacenado allí durante su retirada contra el ejército bosnio, al final de la batalla de Bugojno, el 29 de julio de 1993. Desde entonces, a pesar de varios proyectos de rehabilitación, la villa Gorica sigue abierta a todos los vientos, cubierta de grafitis y utilizada a veces como refugio para los rebaños de los pastores.

La caza del oso y la venta de armas. A partir de ahora, hay que contentarse con imaginar el lujo de este pabellón de caza, que parece un gran chalet: balcones en cada habitación, ascensor, puertas correderas eléctricas, piscina subterránea... Nada era demasiado bueno para Tito, que adoraba esta región que descubrió durante sus años de guerra, cuando se escondía en el gran bosque de Koprivnica, entre Bugojno y Kupres. En 1968, construyó la "villa Kupres" entre las dos ciudades, que también fue destruida en 1993. Pero la altitud de la villa no le convenía. Así que se construyó una nueva residencia en Bugojno, aquí en el claro del pequeño bosque de Gorica. A partir de 1974, el líder yugoslavo pasó aquí la mayor parte de sus "vacaciones": 165 días en el espacio de seis años, divididos en 17 estancias. Tito no vino aquí sólo a tomar el sol o a disparar a osos y faisanes. También trabajó aquí y disfrutó recibiendo a amigos y jefes de Estado. Así, en 1973, Muammar Gaddafi (1942-2011) pudo asistir a la construcción de la villa y pasear por las calles de Bugojno entre dos fases de negociaciones para la venta de armas yugoslavas a Libia. Estos "años dorados" permanecen grabados en la memoria de los antiguos habitantes de la ciudad. Muchos recuerdan haber descubierto el interior aún reluciente de la villa Gorica entre 1984 y 1990, cuando se transformó en el museo "Tito en nuestra región".