CASA DE SUSANNE WENGER
Al igual que su arte, la casa de Susanne es una imponente estructura gótica de dos pisos, enterrada bajo las buganvillas. Una escalera de piedra tallada precede a la plaza, donde se entrelazan pilares, piedras y estatuas de madera, todas ellas talladas de forma compleja y flanqueadas por un cactus. Todo esto sólo augura un buen augurio desde el interior de la casa, donde todo está hecho de esculturas intrigantes, hasta la escalera de madera biscornu que conduce al primer piso. Última residencia del artista desde 1958 hasta su muerte, la casa fue un estudio y una encrucijada cultural para los artistas de la ciudad, ahora habitada por los dos hijos adoptivos de Susanne, uno de ellos un artista y el otro una sacerdotisa.
En la primera planta se encuentran cerámicas, objetos de hojalata y esculturas de madera. Bonita vista de los techos de chapa ocre de la ciudad a través de la ventana. Si tienes un ojo, busca los restos de plumas ensangrentadas en la cerámica, restos de sacrificios religiosos. Es en este escenario lleno de historia y símbolos que te sientas en sillas de metal para interactuar con uno de los hijos adoptivos de la artista, que te contará más sobre Susanne y su obra. Más de treinta artistas han sido formados por la sacerdotisa austriaca.
En el taller y tienda adyacente a la casa, adorables esculturas de dioses gordos - Osunlele y Sangolele - en piedra para la venta.