Guía de viaje Kisiizi Falls

Enclavado en el fondo de un verde valle en el que abundan los plátanos y las aves (entre ellas el magnífico barbican bidentado, el tchitrec africano, la suimanga de vientre rojo y el touraco de Lady Ross), este lugar merece sin duda un desvío. Cerca del pueblo de Kisiizi, una cascada cae en una cuenca rodeada de exuberante vegetación. A veces un simple hilo de agua durante la estación seca, el salto de treinta metros del río Rushoma se convierte en una estruendosa cascada durante la estación de las lluvias. La historia de las cataratas de Kisiizi es sombría: las jóvenes kiga que se quedaban embarazadas antes de casarse sufrían un destino tan poco envidiable como el de las exiliadas a la fuerza en las dos Islas del Castigo de la región (los lagos Mutanda y Bunyonyi), ya que eran empujadas, a veces por hermanos a los que se culpaba de no saber cuidar a sus hermanas, desde lo alto de las paredes rocosas que bordean la cascada ... Un monumento de cemento, "Darkness to Light", erigido en el lugar, recuerda esta práctica que duró hasta la década de 1930. Los beneficios generados por las entradas y las actividades organizadas en el recinto se donan íntegramente al Fondo del Buen Samaritano, que facilita el acceso a servicios médicos e infraestructuras a los más desfavorecidos. Varios senderos conducen al pueblo de Kisiizi. La más conveniente sale de la carretera Mbarara-Kabale en Rubhaare, a 18 kilómetros al sur de Ntungamo. Cuente cuarenta y cinco minutos de viaje para 27 kilómetros en esta pista en bastante buen estado a través de paisajes escarpados