2024
Recomendado
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2024
La cocina inventiva de Marie-Charlotte en un magnífico restaurante de Kientzheim.
En Côté Vignes, la autenticidad se cultiva sin aspavientos, al igual que la decoración del local, que combina vigas venerables y sobriedad contemporánea. Así, la carta, renovada regularmente, puede revelar un tataki de atún picante con cacahuetes y rábano picante, un filete de dorada con naranja y estragón, una suprema de pintada con colmenillas... Tenga en cuenta que Côté Vigne dispone de una encantadora casa rural (6 personas) en una casa de 120m2, con 3 habitaciones. Este Nido de Víctor hace honor a su nombre: ¡es todo lo acogedor que pueda desear!
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Opiniones de los miembros sobre CÔTÉ VIGNE
4.7/5
73 opinión
Valor para el dinero
Calidad de la cocina
Originalidad
Marco/Ambición
Servicio
Visitado en enero 2024
Ristorante trovato per caso, ma davvero ottimo. Abbiamo pranzato con l’opzione “pranzo di lavoro” che permette di assaggiare diversi piatti ad un prezzo davvero vantaggioso (entree, portata principale e dessert a 22€).
Piatti curati e abbinamenti non banali.
Servizio cortese, qualche difficoltà nel parlare inglese, ma la comunicazione è stata comunque efficace.
Super consigliato.
Piatti curati e abbinamenti non banali.
Servizio cortese, qualche difficoltà nel parlare inglese, ma la comunicazione è stata comunque efficace.
Super consigliato.
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Visitado en enero 2024
Toujours très bien reçue, je recommande ce restaurant aussi bien pour la qualité de la cuisine que celle du service.
Visitado en enero 2024
Excellent repas pour le réveillon de fin d'année, seul regret le positionnement de notre table ( par ailleurs dépourvue de nappe) dans le va et vient du service et des toilettes.
Visitado en enero 2024
El ambiente es bonito, pero el servicio es prepotente, entre otras cosas, el detalle de sacarme el cubierto usado del plato, dejarlo en la mesa y recoger el que estaba limpio y llevarselo, indicando el error de haber utilizado un cubierto por otro, indica el nivel de la camarera de este restaurante. Yo pago para comer, no para que me den clases de cubiertos. A parte, servian otras mesas que llegaron mas tarde, al final nos levantamos para pagar en la barra y marchar, cansados de esperar. Es la tercera vez que visito Colmar y suerte tienen que la región es preciosa, porque la restauración y los hoteles dejan mucho que desear.
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Le menu pour le réveillon était parfait.
Ne changer rien.