PUEBLO IBÉRICO DEL CASTELLET DE BANYOLES

Descubierto en 1912, el yacimiento del Castellet de Banyoles es uno de los testimonios más importantes de la cultura ibérica en Cataluña. Su posición estratégica permitía controlar el comercio fluvial entre la costa y el interior. Al sitio, que abarca más de 4.000 hectáreas, se accedía por dos torres defensivas en forma de pentágono (¡cuyas bases aún son claramente visibles!). Las torres se extienden sobre los restos de la muralla defensiva de casi 2 metros de ancho que rodeaba el pueblo. Su trazado interno consiste en un gran eje de circulación que discurre en sentido longitudinal y del que parten las calles que conducen a los distintos barrios. Unas excavaciones arqueológicas realizadas en 1928 sacaron a la luz el "Tesoro de Tivissa" (actualmente conservado en el Museo Arqueológico de Barcelona), una colección de objetos de oro y plata, monedas ibero-romanas y cerámicas, entre las que destaca una magnífica patera grabada que se ha relacionado con el culto ibérico. El poblado del Castellet de Banyoles, habitado entre los siglos VI y II a.C., es testigo de la primera época ibérica. Probablemente fue destruida durante la Segunda Guerra Púnica entre Roma y Cartago. Si te interesan los restos arqueológicos, aunque sólo quedan los cimientos del poblado, el yacimiento del Castellet de Banyoles merece una visita, sobre todo porque el acceso es gratuito y la visita está jalonada de paneles explicativos para no perderse ningún punto importante.