ABADIA DE GOLETO

La abadía fue fundada en el siglo XII por San Guglielmo de Vercelli, un ermitaño lombardo que, al parecer, fue muy activo en la zona, ya que también fundó la abadía de Montevergine, cerca de Avellino La abadía de Goleto albergaba una comunidad mixta de monjes y monjas, bajo la dirección de una abadesa. El complejo religioso pasó por un largo periodo de abandono a partir de 1807, hasta su reciente renacimiento gracias al monje benedictino Lucio Maria De Marino, que sacudió las conciencias y consiguió salvar este patrimonio arquitectónico y espiritual en peligro. Desde 1990, la abadía alberga una comunidad de frailes menores. Los imponentes restos de este complejo de piedra que emergen en el campo siguen siendo muy sugerentes. La Chiesa del Vaccaro, que lleva el nombre de su arquitecto, Domenico Antonio Vaccaro (siglo XVIII), ha sido despojada de su tejado y está abierta al cielo, pero todavía se pueden admirar las dos rampas simétricas de acceso, los arcos de la entrada, los restos de los estucos que adornaban las paredes y el hermoso pavimento. La enorme Torre de Febronia se construyó en 1152 con bloques rescatados de un mausoleo romano; los antiguos bajorrelieves aún son visibles. La transición del arte románico al gótico se aprecia en el atrio inferior, desde el que se articulan los diferentes espacios del monasterio. Por último, no se pierda la capilla de San Luca, construida en el siglo XIII para albergar una reliquia del santo homónimo. Los frescos del siglo XVII que lo cubrían sólo se han conservado parcialmente.