MONASTERIO DE SANT JOAN DE LES ABADESSES
El monasterio de Sant Joan de les Abadesses cuenta con una hermosa escultura románica policromada
Como en el caso del monasterio de Ripoll, fue Guifred el Velloso quien fundó el monasterio de Sant Joan de les Abadesses en el 887 y colocó allí a su hija Emma como su primera abadesa. Fue el primer monasterio femenino de Cataluña y lo siguió siendo hasta el año 1017, cuando estalló un escándalo, alimentado por los condes de Besalú y Ripoll, sobre la inmoralidad de la abadesa en ejercicio, Ingilberga. A instancias del Papa Benedicto VIII, este escándalo llevó a la sustitución de las hermanas por monjes. Desde el punto de vista arquitectónico, se apreciarán las grandes dimensiones del edificio, pero sobre todo su geometría en el suelo, presentando una forma de cruz latina, así como su singular nave románica enmarcada por cinco ábsides. En el altar hay una hermosa escultura policroma romana, conocida como el Descenso de la Cruz o el Santo Misterio, que data del año 1251. Por último, justo al lado del monasterio hay un claustro con sus arcadas con variados y muy bien conservados ornamentos góticos, en medio del cual hay un cuadrado de hierba con un antiguo pozo. La leyenda dice que el Conde Arnau fue el instigador de este pozo, permitiéndole, a través de un laberinto de pasajes subterráneos, llegar al monasterio poblado por mujeres desde su castillo. Si la historia es completamente anacrónica, tuvo durante mucho tiempo crédito con la población de la región. Una visita a este monasterio es muy recomendable.