MONASTERIO DE SAN ESTEBAN
El monasterio Saint-Stéphane es una de las joyas armenias de Irán; alberga una de las primeras iglesias de la ruta de la Seda. Para acceder al edificio, la carretera atraviesa un paisaje impresionante. Unos metros después de la salida de Jolfa, el Areje aparece. Bordeada de cañas y hierbas, el río color rojo sangre serpiente entre cañones rocosos. En el trayecto se ve un antiguo canvanserail, testigo del pasado comercial de la carretera. Para llegar al edificio religioso, los últimos metros se recorren a pie. Paso por un bonito puente de piedra y descubrimiento de las murallas fortificadas que rodean el edificio. Su nombre hace referencia al primer mártir del mundo cristiano. La fecha de construcción del conjunto no está claramente definida, algunos la sitúan en el nacimiento del cristianismo, más durante la era sefevida.
Cuenta con un bonito jardín interior, capillas y una iglesia. La arquitectura de ésta es especialmente interesante. Peinada de una cúpula en forma de cono formado por una estrella a dieciséis ramos, sus paredes exteriores están recubiertas de esculturas que representan la muerte de Stephane, la cruz de Cristo y su ascensión. Clasificado como Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 2008, Saint Stéphane disfruta de un programa de restauración de las murallas desde 1974, así como de un estudio de los elementos arqueológicos del pueblo de Darresham. En el monasterio se realizaron trabajos regulares a partir de esa fecha. Un problema general de estabilidad de los suelos aluviales que soportan los edificios ha requerido importantes trabajos consolidados de muros y bóvedas, en particular la reconstrucción de los dos niveles superiores de la torre del reloj.