LAGUNA DOS ARCOS

La experiencia comienza mucho antes de llegar a este asombroso doble arco, una espectacular formación natural creada por la erosión a unos veinte kilómetros del mar. Este gran oasis, aislado en medio del desierto, contrasta con la inmensidad de los alrededores no sólo por su cubierta vegetal, sino también por la ruptura de nivel, que ofrece unos paisajes naturales sorprendentes. Esta ruptura del paisaje se explica por una zona de hundimiento que se produjo en torno al cauce del río Curoca, en la meseta desértica costera. El fondo del oasis se encuentra varias decenas de metros más abajo. Los asentamientos se concentraron allí donde la presencia de agua hacía posible la vida. No olvide preguntar al Soba antes de dirigirse a pie hacia el arco y el lago. El paseo, por un pequeño sendero de arena bien señalizado, dura aproximadamente un cuarto de hora. No olvide llevar agua, ya que puede hacer mucho calor.

Si bien el arco es el objetivo de este paseo, fácil y accesible a casi todo el mundo, es interesante observar todo el oasis alimentado por el curso intermitente del río Curoca, cuyas aguas dependen de las precipitaciones en las altas mesetas situadas aguas arriba, de octubre a mayo. Entonces es posible un poco de agricultura, sobre todo en las orillas de los tres lagos que están prácticamente secos desde 2011. Los flamencos han abandonado la zona hasta las próximas lluvias torrenciales. Según una creencia local, los peces están "durmiendo". Una cosa es cierta: los habitantes tienen cada vez más dificultades para sobrevivir debido a la falta de agua.