ABUNA YEMATA (GUH)
Esta iglesia es probablemente la de más difícil acceso debido a su increíble ubicación, perdida en el corazón de un pico rocoso. Se puede avistar desde Mariam Korkor, al final de la fachada de piedra que se extiende hacia el noroeste. Tras una hora de subida, mucha gente se rinde en el tramo final: un pequeño acantilado con agujeros irregulares en los que es preciso usar pies y manos, con ramas muertas que sirven de asideros y, desde hace poco, una cuerda para cruzar los puntos más peligrosos. Sin embargo, aunque sienta vértigo, continúe. Quien supere este obstáculo no se arrepentirá: la entrada a la iglesia se encuentra al final de un estrecho pasaje que bordea un vertiginoso acantilado. Recorrer estos pocos metros significa emociones fuertes garantizadas. Una vez que los ojos se acostumbran a la oscuridad, se pueden apreciar los frescos que decoran el interior del santuario. Estos se describen como los más exquisitos jamás descubiertos en la región de Tigray. En el techo de la entrada encontramos nueve personajes en círculo identificados en las inscripciones como ocho de los apóstoles y, según una tesis no confirmada, uno de ellos representaría al hermano de Cristo. En la otra cúpula, ocho personajes en la misma postura representan ocho de los nueve santos sirios, responsables, según la tradición, de la evangelización del país a partir del siglo VI. El noveno, el propio Abuna Yemata, está representado a caballo sobre una de las paredes. El brillo de los colores es un indicador de la realización de estas pinturas entre los siglos XV y XVI. El joven sacerdote que cuida de esta iglesia muestra, con mucho gusto, las viejas biblias en ge’ez, ricamente ilustradas y bien conservadas.
Aviso. Debido al éxito de esta iglesia, cada vez más frecuentada, los «ayudantes» de la cuerda no dudan en intentar timar a los turistas. Aunque la cuerda la proporcionó una asociación de manera gratuita para reforzar la seguridad del lugar, estos piden 100 birrs por persona después de ayudarle a bajar, o a la vuelta, incluso si esto significa bloquearle el camino si se niega. No lo permita porque no es normal, dar 50 birrs por persona es más que suficiente. El sacerdote también pedirá 100 birrs por persona, pero una vez más, 50 birrs serán suficientes, o bien 100 birrs en el caso de grupos pequeños.