ERDENESIIN KHUREE
Este centro de caligrafía abrió sus puertas en junio de 2022, a pocos metros del monasterio Erdene Zuu. Creado por un francés residente en Mongolia y el artista mongol Tamir Samandbdraa, está dedicado al arte de la caligrafía mongola, a la preservación de esta antigua escritura, llamada bitchig, y a la salvaguarda de este patrimonio cultural. Establecido por Chinggis Khaan en el siglo XIII, el bitchig mongol fue sustituido oficialmente en 1941 por el alfabeto cirílico, y su uso se abandonó prácticamente en Mongolia hasta la década de 1990. Su escritura caligráfica, inscrita en 2013 en la Lista del Patrimonio Inmaterial de la UNESCO que necesita ser salvaguardada urgentemente, está ahora disfrutando de un renacimiento en el país. Ahora se enseña en las escuelas y se espera que la administración mongola vuelva a utilizarlo oficialmente.
El centro Erdenesiin Khuree rinde homenaje a esta escritura a través de las obras de Tamir y otros calígrafos locales, que se exponen en media docena de yurtas. También es posible conocer a Tamir, el artista cofundador del centro. Dirige talleres y hace demostraciones a los visitantes, que pueden comprarle caligrafía por 10 dólares. De habla inglesa y francesa, da visitas a la yurta principal y explica su enfoque y práctica con pasión. Los más curiosos se atreverán a probar la caligrafía y aprenderán a manejar el pincel y a pasar la tinta china por el papel bajo su atenta mirada.
Al instalarse en Kharkhorin, el centro pretende crear una nueva dinámica y descentralizar el acceso a la cultura, ya que las principales instituciones culturales se concentran principalmente en Ulán Bator. También aprovecha la ubicación de Kharkhorin como encrucijada cultural en la Ruta de la Seda debido a su condición de antigua capital y centro administrativo del Imperio Mongol.
Cabe destacar la dimensión humana y social del establecimiento, que ofrece sesiones de arteterapia a personas con discapacidad. Se organizan dos sesiones al año, en primavera y otoño, y las obras producidas durante estos talleres específicos se exponen en uno de los ger del museo.
El centro también está abierto a otras formas de arte mongol y establece residencias de artistas para promover la escena artística contemporánea. Por ello, sus colecciones están en constante evolución y todas las creaciones presentadas pueden adquirirse.
Un espacio que se convertirá rápidamente en una visita obligada durante una visita a Kharkhorin.