MÖVENPICK TOWER & SUITES * * * * *
La torre suiza, fuselada con cristal azules, lanza sus 26 plantas y su piscina de altura al giro del bulevar de cornisa del barrio ex-diplomático, en la vecina de un bonito americano, el Hilton, y de un pretencioso canadiense, el Four Seasons. Qué camino desde ese hermoso día de 1948 que vio una gaviota fondear en Ueli Prager a orillas del lago de Zúrich, picarle la galleta que se preparaba para comer y de repente, darle la idea turbia de bautizar así su primer restaurante. Fiel a la tradición helvética del trato de calidad, este hotel combina un producto casi único en la ciudad: la habitación con todas las comodidades de 40 m² con un mini-espacio cocina bien empotrado para no molestar a aquellos que no lo necesiten. Muy delicada composición de colores y materiales en tonos madera, equipamientos electrónicos bien pensados. Piscina y baño de burbujas al último piso, con el Spa (véase la rúbrica Relajación para más detalles). Mesa asiática Animato de gran reputación pero en versión dry.