GULAG DE KARLAG
Karlag es simplemente la abreviatura de KARagandá guLAG. Construido bajo las órdenes de Stalin en el pueblo de Dolinka, a unos 50 kilómetros al suroeste de Karagandá, el campo de trabajo abarcaba nada menos que 60000 kilómetros cuadrados, una superficie dividida de hecho en multitud de campos, de los que hoy solo puede visitarse una ínfima parte, ya que los demás están ocupados por el ejército. Los prisioneros trabajaban principalmente en la minería del carbón. Tras la independencia, los edificios se convirtieron en museo, ofreciendo a los visitantes una visión del desgarrador mundo de los campos de concentración de estilo soviético. El primer edificio, de estilo neoclásico ruso y que albergaba los servicios administrativos del campo, es el único que merece la pena ver desde el punto de vista arquitectónico. Los otros son más interesantes por lo que contienen. El recorrido nos lleva por vastos pasillos bordeados de estrechas celdas hasta cámaras de interrogatorio y salas donde se ejecutaba a los prisioneros en secreto. Documentos de archivo y maniquíes ilustran la vida en el gulag a través de una museografía que fue completamente renovada en 2011, convirtiendo este museo en uno de los más interesantes del país.
Al otro lado de Karagandá podrá hacer una parada en el pueblo de Spassk, donde se erigió un monumento conmemorativo que contiene los cuerpos de más de 5000 víctimas del campo de Karlag. Hasta donde alcanza la vista, una infinidad de cruces surgen de la estepa, un recordatorio de la diversidad de etnias y religiones que fueron víctimas de los campos de concentración de Stalin.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
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Opiniones de los miembros sobre GULAG DE KARLAG
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