CANTO DO ARANCUA

En una fazenda con comodidades básicas, cerca de la naturaleza, hay una veintena de apartamentos de ladrillo de estilo rústico. El lugar pretende ser un santuario ecológico y nosotros compartimos esta idea. Los guacamayos anidan a unos cientos de metros del lugar. Sin wifi, o incluso sin red telefónica (según el operador), nos sentimos aislados del mundo. Un rincón de hamacas y una bonita piscina completan las instalaciones, y el buffet tradicional que se sirve cada día, sin ninguna pretensión, está bien defendido. Recomendable si vienes a comulgar con la naturaleza.