LEONES Y PALACIO DEL REY DAKODONOU
Por un lado, un león (enjaulado), el orgulloso Saddam, y por el otro, una leyenda que viaja, el rey Dakodonou. El león es apreciado, no solo por sus aptitudes reproductoras, sino también por su orina, que recolecta el portavoz del rey y jefe del pueblo, también curandero tradicional, para confeccionar pociones de las que solo él posee los secretos. En este patio salvaje llenos de jaulas, desgraciadamente, muchas veces demasiado pequeñas (se construyen otras, en las que «sólo» faltan las barras), se encuentran también un chacal y algunos caimanes; todos ellos procedentes del vecino Níger.
Sin embargo, la visita más interesante es la del palacio del rey de Dahomey, Dakodonou I (1620-1645). Una parte de los edificios se encuentra en proceso de restauración, mientras que sólo se puede acceder al edificio en el que vive el rey tras muchos sacrificios y ceremonias (porque recuerde, un rey no muere, desaparece o va de viaje). Al deambular por la historia de este palacio con los pies descalzos, remontará hasta el origen de los reyes del Dahomey, ya que Houebadja, cuyo palacio-museo de Abomey es el más conocido, era sólo uno de los hijos de Dakodonou, que tuvo un número importante de mujeres e hijos…
De todas formas, la pieza principal de esta visita es el espacio circular que guarda los tesoros históricos: en el centro, un pozo rodeado de rahia alberga el «dormitorio» del rey; a su alrededor puede ver objetos de culto vudú, como una cuerda centenaria con un áura mística que da vida a la leyenda, calaveras de ternera hábilmente colocadas o, incluso, las esposas usadas por los esclavos… Cuidado, al igual que en cualquier otra parte del palacio, hay que salir de la sala siguiendo el mismo camino por el que ha entrado, a no ser que quiera desatar la ira Real.
Je confirme totalement l'avis précédent : un lion et une lionne en piteux état (bien maigres car rien à manger) ainsi qu'un jeune lion tournent dans une cage non nettoyée, le jeune "guide" savate la pauvre tortue qui traine dans la cour pour la faire avancer, le crocodile immobile dans une fosse immonde... Nous n'avons pas vu les singes, sans doute déja morts
Quant au palais (ou ce qu'il en reste), nada, pas de visite, personne n'en parle.. Mais on oublie pas de nous faire payer le prix plein pot indiqué dans le guide du petit futé, en nous précisant bien que c'est noté dans le guide des francais !
Voila la réalité de ce que vante le petit futé : A éviter absolument, sauf pour la rédaction du petit futé que j'invite à aller faire un tour la bas. Il en va de la notorité du guide