SITIO ARQUEOLÓGICO DE CERRO SECHÍN
Cómo llegar y contactar
Descubiertas en 1937, las ruinas tienen la forma de un edificio cuadrado, de 51 m de lado, con esquinas curvas, que rodea una pirámide invisible de tierra. El muro que lo rodea, hecho de grandes piedras perfectamente encajadas y grabadas, es extraordinario. Se lee como un cómic con 300 personajes. Los guerreros triunfantes bailan sobre los cuerpos descuartizados, descuartizados y ensangrentados de los vencidos, degollados, mutilados, enucleados y destripados, con los cabellos erizados por el horror; dos filas de guerreros, precedidas por un estandarte, avanzan hacia la entrada, pisando los cadáveres. Algunos investigadores, más que ver masacres de guerra, creen que Sechín fue un centro dedicado a la ciencia y la cirugía (los médicos de hace 5.000 años tenían muchos conocimientos anatómicos, realizando trepanaciones y autopsias). Los cirujanos habrían utilizado a los prisioneros de guerra para realizar experimentos: Sechín sería un santuario donde se honraba a los guerreros y a los médicos. Sea como fuere, no deja de sorprender la perfección del trazo, la minuciosidad del trabajo de los grabadores, cuyos bocetos pueden verse en el parque circundante, donde emergen de entre las piedras lagartos verdes con cuellos rojos.
El museo del yacimiento, el Museo Max Uhle, , contiene reproducciones y bajorrelieves policromados, huellas moldeadas en barro, momias y cerámicas que permiten apreciar la evolución de esta cultura.