Guía de viaje Isla Taquile

La pequeña isla de 7 km², cubierta de cultivos en terrazas, es una forma de comunismo primitivo, como lo fue en la época de los incas, cuando se utilizaba como centro de deportación de presos políticos. Si la propiedad es privada, el trabajo es colectivo. Las costumbres y los trajes son los mismos desde hace siglos. Las borlas desempeñan un papel fundamental en la vida social: su presencia en el chal que llevan las mujeres indica su condición de mujeres casadas; los hombres, además de su gorro con borlas, cuelgan de su cinturón tejido una pequeña bolsa de coca de colores (tejidos extrañamente similares a los del País Vasco), característica del estatus de hombre casado... Otro rasgo característico: las mujeres hilan la lana en sus husos de madera mientras caminan, mientras los hombres tejen sombreros, medias, guantes y bufandas, que luego son vendidos por la cooperativa en la plaza principal. Desde las alturas del pueblo, a las que se llega tras subir más de 500 escalones (cuidado, si aún no estás aclimatado a la altura puede ser un poco difícil), la magnífica vista del lago, la bahía de Puno, y más allá Bolivia en la niebla, así como el Altiplano, recompensa todos los esfuerzos. Además de pasar la noche junto a las estrellas, que nunca se han visto tan cerca, en la isla tenuemente iluminada por lámparas alimentadas, al igual que los hornos y cocinas, por el calor solar, preciosamente almacenado durante el día. Una experiencia única le espera en Taquile, donde el arte textil ha sido reconocido como "Obra Maestra del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad" por la UNESCO. Entrada S/ 8.