ISLA DE LOS CHIMPIÑONES
Hogar de una chimpancé de casi 40 años que fue la única superviviente de una colonia tras ser utilizada como cobaya.
De hecho, sólo queda un chimpancé. El pobre Ponso es el único superviviente de una colonia de veinte primates reubicados aquí en 1983 tras ser utilizados como cobayas en experimentos médicos. Hace unos años perdió a su pareja y a sus dos hijos, y desde entonces vive solo en 5 hectáreas. Aunque antes se le permitía alimentarse, ya no se le permite acercarse a la isla ni tirar fruta, ya que esto le molesta. Sin embargo, es posible que tenga la suerte de verlo cuando dé un paseo en una piragua cercana. Además de la caza furtiva y la deforestación, el aislamiento de este mono de casi 40 años se está convirtiendo en un problema. Desde 2015, la asociación Les Amis de Ponso (página de Facebook: SOS Ponso) financia su alimentación y ayuda a su tutor, Germain Djénémaya Koidja, un jubilado que considera a Ponso un miembro de su familia, así como a toda la comunidad del pueblo en la isla. Las asociaciones han considerado la posibilidad de trasladar a Ponso a un santuario en Zambia y luego a Liberia, pero todas han sido rechazadas, ya que Ponso es considerado un ciudadano marfileño intransferible. Los especialistas no están convencidos de la viabilidad de la repoblación de la isla y están preocupados por las muertes en serie que se han producido en la colonia. En 20 años, la población de chimpancés en Costa de Marfil se ha reducido en un 90%. Un santuario para chimpancés huérfanos rescatados de la caza furtiva, gestionado por la ONG Atiaka, abrió en 2017 en Costa de Marfil, en el bosque clasificado de Yapo-Abbé (se aceptan donaciones).
Si vous voulez lui serrer la main amenez avec vous un masque chirurgical afin de le préserver de vos microbes, le soigneur n en a pas toujour à vous proposer.
Longue vie à toi Ponso.